El consejero de Inmigración, Javier Fernández – Lasquetty, afirmó ayer que el Instituto Nacional de Estadística condena a inmigrantes rumanos y búlgaros a la «invisibilidad estadística» y a «dificultades para acceder a sus derechos» al complicarles el empadronamiento.

Lasquetty denunció que el Gobierno central vulnera los derechos de los ciudadanos comunitarios, como Rumanía y Bulgaria, a la hora de inscribirse en el registro del padrón, ya que les exige documentación adicional.

En la región, los más afectados son rumanos y búlgaros, por ser las nacionalidades de inmigrantes que más han crecido, pero también incumbe «a suecos, alemanes o franceses».