Con la economía pisando el freno y el paro, el acelerador, hay quien empieza a preguntarse si seguirán siendo necesarios todos los trabajadores inmigrantes que España ha acogido en los últimos años. En su edición de esta semana, la revista Actualidad Económica incluye un amplio reportaje para responder a esa pregunta con un rotundo sí. La economía española ha tenido en los trabajadores extranjeros a sus mejores aliados para crecer al fuerte ritmo en que lo ha hecho entre 1998 y 2007, siempre por encima del 3%.

El nuevo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha empezado a andar endureciendo su discurso sobre inmigración. Incluso ha propuesto incentivar el regreso a su país de origen a los inmigrantes que se queden sin empleo. Sin embargo, el preocupante envejecimiento de la población nativa obliga sin remedio a seguir importando trabajadores para garantizar el crecimiento futuro. Algunos expertos cifran entre 160.000 y 600.000, según la coyuntura, los nuevos inmigrantes que España deberá seguir captando cada año.