- – ¿El futuro de un niño se decide en el momento de su nacimiento?
– – En unos segundos. Por eso es tan importante ayudar a que nazca bien. Con una mala decisión sobre si el parto podrá ser vaginal, o es conveniente una cesárea porque el feto está sufriendo, puedes provocar que ese niño ya nazca discriminado.

– – ¿Por qué sufre el feto?
– – Porque la sangre oxigenada no le llega al cerebro durante un periodo de tiempo importante, y empiezan a morir neuronas. Podemos medir los patrones de frecuencia cardiaca fetal y orientarnos sobre su bienestar.

– – ¿El embarazo es un hecho cultural o instintivo?
– – Hay una parte instintiva. Muchas mujeres, sin saberlo expresar, sienten ese instinto. Pero la sociedad culturiza todos los aspectos de la vida y es evidente que, en otras épocas, en España hubo muchísima más natalidad. Yo me formé en el Hospital de Vall d’Hebron, y a finales de los años 70 atendíamos 100 partos diarios. Ahora, un gran hospital no asiste a más de 3.500 nacimientos anuales.

– – ¿Qué ha ocurrido?
– – Encontrar el equilibrio entre el desarrollo personal y el instinto maternal sigue siendo un reto no resuelto. Las mujeres están teniendo sus embarazos a una edad poco recomendable, desde el punto de vista médico. Una primera gestación pasados los 35 años tiene más complicaciones. Y desciende la fertilidad.

– – ¿Qué edad es la idónea?
– – El primer hijo, antes de los 35 años. Lo contrario de lo que ocurre ahora.

– – Problema económico.
– – Económico y cultural. Los planes de empresa deberían prever que hay un periodo en la vida en el que sus empleadas se apartarán temporalmente de la actividad normal porque serán madres. Y su regreso debe ser feliz. Las mujeres deben sentirse seguras en esa fase de la vida. Han de estar convencidas de que ese paréntesis no pondrá en peligro su promoción profesional. Pero aún existen formas muy larvadas e indirectas de arrinconar a alguien.

– – ¿Podría llegar a ponerse de moda el embarazo?
– – Sí. Y esa moda sería beneficiosa, porque contribuiría a crear una situación de normalidad. La ministra Chacón está demostrando que se puede compaginar la maternidad con un alto cargo, de responsabilidad y significación máxima como es el Ministerio de Defensa. Chacón favorecerá que haya más embarazos, porque lo está llevando de una manera espléndida, sin dificultad aparente. Y le sienta muy bien. Desarrolla mucha actividad, y eso demuestra que se encuentra bien.

– – ¿El embarazo de la ministra puede mejorar la natalidad?
– – Yo creo que sí. Y hará reflexionar. Las leyes tienen su efecto, pero lo importante es la conciencia individual de las personas con protagonismo.

– – ¿Cuál es el perfil de las embarazadas que atiende en su hospital?
– – Un 54% son inmigrantes. El año pasado atendimos partos de mujeres de 51 nacionalidades.

– – Esas mujeres ¿trabajan?
– – La mayoría sí, casi siempre en cosas eventuales. Nos es muy difícil saber a qué se dedican y dónde viven.

– – ¿Cómo se comunican con ellas?
– – A través de mediadores culturales. Con las mujeres inmigrantes tenemos un problema no resuelto: nos es muy difícil establecer la confianza mutua. No nos entendemos, porque su forma de abordar la gestación y la nuestra son muy distintas.

– – ¿Qué ocurre?
– – La mayoría de mujeres inmigrantes, sean surafricanas o africanas, no entienden que tengan que ir cada mes al médico, ni ven necesario hacerse análisis. Utilizan el hospital para parir, y, en algunos casos, eso solo si el nacimiento viene complicado. Aquí se encuentran con que nosotros les decimos que han de visitarse cada mes y cumplir con los controles previstos para que su embarazo no se convierta en un problema.

– – ¿Aceptan?
– – No entienden nada de esto. Dicen que se encuentran bien, y no nos creen. Les pides un análisis y no se lo hacen. Les sugieres que no coman esto o lo otro, y tampoco lo cumplen. Nos ven como personas que no las escuchamos, o encuentran que hablamos en un tono de voz muy elevado – – eso ocurre con el colectivo chino – – . En resumen, no empleamos el mismo lenguaje.

– – ¿Qué consecuencias tiene esto?
– – Cuando un embarazo ha pasado menos de cuatro controles se convierte en una gestación de riesgo, porque pueden ocurrir cosas que desconozcamos y que pongan en peligro la vida de la mujer y la de su hijo. Por ejemplo, una hipertensión grave, o que la madre tenga el VIH y lo transmita al feto, sin que podamos evitarlo. Esto aumenta los nacimientos prematuros y las cesáreas.

– – ¿Los padres participan del parto?
– – Si se lo explicas todo bien, sí.