Desahucio de 1.000 inmigrantes
La Vanguardia, , 22-04-2008Los servicios sociales y la policía municipal de Badalona están en alerta ante el posible y próximo desahucio pisos donde viven de alquiler al menos un millar de inmigrantes de escasos recursos. Estos pisos son propiedad de ciudadanos de origen pakistaní incapaces de hacer frente al encarecimiento de sus cuotas hipotecarias por la subida de los tipos. Fuentes municipales explican que, según informaciones del sector financiero, la totalidad de estas 200 viviendas ya están inmersas en procesos de embargo.
El concejal de seguridad y teniente de alcalde, Ferran Falcó, teme que los inquilinos, principalmente extensos núcleos familiares pakistaníes y, en menor medida, gitanos de origen rumano, busquen realojo en casa de parientes y amigos. Esto produciría un repunte del por ahora controlado número de pisos sobreocupados en la ciudad y la quiebra de la delicada convivencia en varios puntos de la tercera urbe de Catalunya. En la gran mayoría de casos no se firmó contrato de alquiler, el acuerdo fue verbal, de modo que quienes viven en estos pisos no tendrán derecho alguno sobre la vivienda cuando la propiedad cambie de manos.
El Consistorio teme asimismo que algunos de estos propietarios opten por subir los alquileres para hacer frente al encarecimiento de las hipotecas. Falcó advierte que esta supuesta solución también podría agravar el problema. Dada la delicada situación económica de la mayoría de estos inquilinos, no tendrían más remedio que compartir vivienda con otras familias para poder pagar el alquiler, lo que también convertiría sus viviviendas en pisos patera.
Se trata de hogares familiares ubicados en los barrios más necesitados de la ciudad, caso de Llefià, la Salut y, sobre todo, Sant Roc y Artigues. El Consistorio ya está realizando un seguimiento de cada caso para conocer adónde va a vivir cada uno de los futuros desahuciados y garantizar que los menores sigan escolarizados. La Guardia Urbana ya tiene los ojos puestos en dos inmuebles de la Salut, que presumiblemente serán los primeros en ser embargados en cuestión de días, y a la postre desalojados.
El convergente Falcó dice que “la evolución del mercado inmobiliario puede favorecer un repunte de los pisos sobreocupados.
Estamos contactando con todos los implicados en el problema. El objetivo del Consistorio es impedir que la nueva realidad económica merme la convivencia ciudadana. Estamos tomando todas las medidas posibles para evitar que se vuelva a producir en la ciudad una crisis de convivencia. En el último año se ha reducido de 16 a 8 la media de habitantes por piso sobreocupado”.
Hace más de un año, el barrio de la Salut sufrió una rotura de la convivencia sin precedentes: centenares de vecinos se manifestaron en días sucesivos para forzar la marcha de los inquilinos de los pisos patera. Su presión logró el desalojo de tres viviendas ocupadas en cada caso por una veintena de gitanos rumanos. Los vecinos los acusaron de incívicos. Nadie quiere que se repitan aquellas estampas. Desde entonces la de los pisos patera es una de las cuestiones más atendidas por la administración local. En los últimos meses ha habido calma. La población más conflictiva – la que enseñaba a sus hijos a robar a los turistas al despiste por el centro de Barcelona – ha dejado Badalona.
El problema ahora es que la inmensa mayoría de las hipotecas suscritas por los propietarios de los 200 pisos – añaden fuentes municipales – se firmaron sin aval sobre el cien por cien del valor de tasación. Muchos de estos propietarios no tendrían inconveniente en ser embargados porque hasta ahora han pagado a las entidades financieras con los alquileres. Además, los pakistaníes están poniendo sus ojos en Europa del este, donde el negocio es más atractivo y floreciente. Muchos también prefieren invertir en su país.
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