Un grupo de okupas incendia un edificio en el Cabanyal al ser desalojados para derribarlo

La prolongación de Blasco Ibáñez hasta el mar incluye la demolición de siete inmuebles esta semana

Las Provincias, BEATRIZ LLEDÓ, 22-04-2008

Todo estaba listo para que comenzará el derribo de varios inmuebles en la calle Manuela Estellés, incluidos en el plan de prolongación de Blasco Ibáñez hasta el mar. La Policía Local ya inspeccionó la semana pasada los edificios afectados para desalojar a quienes los ocupaban ilegalmente. Sin embargo, a primera hora de la mañana de ayer, cuando los trabajadores de la empresa Cabanyal 2010 se disponían a iniciar las demoliciones, algunas de las casas no estaban vacías.

La Policía tuvo que intervenir para que los okupas desalojaran los edificios. Pero un grupo de ellos se resignaba a abandonarlos. “Han cogido unos palés que había entre los escombros y les han prendido fuego”, explicaron fuentes cercanas al gobierno municipal.

Varios testigos apuntaron que los agentes obligaron a desocupar uno de los inmuebles a tres o cuatro personas, que se resistieron y se fueron a la parte trasera de la casa donde cogieron unas maderas y las quemaron. “Ha empezado a salir mucho humo del edificio. Lo han incendiado como venganza por haberlos echado”, explicó Manuel, residnte en una finca cercana.

Hasta el lugar se trasladaron una dotación de bomberos y varios agentes del retén de Marítimo. “Más que un incendio ha sido una fogata y se ha sofocado sin dificultades. La han causado un grupo de personas de etnia gitana. Pero la mayoría de desalojados no han opuesto resistencia y han salido de inmediato”, explicaron las mimas fuentes próximas al gobierno municipal.

En total, casi una decena de personas fueron expulsadas ayer de los edificios ocupados ilegalmente. “Ha habido que desalojar a unos ocho okupas. Ya estaban avisados desde la semana pasada de que iban a comenzar las demoliciones pero algunos no se habían marchado”, explicó César Mifsut, gerente de la Oficina Cabanyal 2010.

Mifsut aseguró que, aparte del incendio, no se registraron más incidentes. “La mayoría de los okupas eran personas indigentes, inmigrantes y de etnia gitana que se han acabando yendo. Sabían que tampoco tenían otra opción”, apuntó.

Alrededor de las 11.30 horas los bomberos ya habían apagado el fuego y la máquina excavadora pudo empezar a demoler algunos de los inmuebles de la calle Manuela Estellés sobre los que el Ayuntamiento tiene la licencia.

Los trabajadores de la empresa encargada de los derribos empezaron entonces a descombrar los inmuebles. “Es un proceso lento. Muchas son construcciones muy antiguas, apoyadas unas en otras y han que ir con mucho cuidado. En todas no se podrán utilizar las excavadoras. Algunas tendrán que ser demolidas manualmente”, explicó el gerente de Cabanyal 2010.

Esta previsto que a final de esta semana estén derruidos siete inmuebles, la mayoría de ellos ruinosos. Hasta el bloque de edificios se acercó también uno de los técnicos de la empresa “para controlar la situación”, aseguró.

Algunos vecinos se acercaron ayer para observar las demoliciones. “Estamos encantados. Ya era hora. Hace tiempo que todos estos edificios deberían estar ya en tierra”, aseguró Miguel Ferrer, residente en la avenida Blasco Ibáñez.

Los residentes en la zona se quejan de que, ese bloque de inmuebles, “sólo traían problemas. Por aquí han pasado rumanos, indigentes y gitanos. Usaban las casas para vender droga. Esto necesitaba una limpieza”, afirmó Carlos Asensio, otro vecino del Cabanyal.

Y es que los siete inmuebles que han comenzado a demolerse se encuentran dentro de un núcleo de edificios ruinosos y entre fábricas ya desaparecidas.

blledo@lasprovincias.es

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