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De 1993 al 2000 se gastó más de $ 30.000 millones en controles, según un estudio.

Desde 1993 a la fecha, el incremento de los controles fronterizos no ha logrado detener el flujo de inmigrantes indocumentados desde México hacia territorio estadounidense, de acuerdo con la investigación realizada por el Centro de Estudios Comparativos de la Inmigración en la Universidad de California, en San Diego.

Miles de personas han muerto intentando cruzar la frontera, y los traficantes cobran más caro como resultado del despliegue de más agentes fronterizos, la construcción del muro y la instalación de modernos recursos electrónicos en la zona.

Los que cruzan la frontera –con el 97% de éxito en un segundo o tercer intento, indica el estudio– deciden quedarse más tiempo en Estados Unidos.

“Aumentó el gasto en vigilancia fronteriza en los últimos quince años, pero no ha funcionado en el sentido de parar inmigrantes, de excluirlos del mercado de trabajo estadounidense”, dijo el profesor Wayne Cornelius, director del centro.

Agregó que el reforzamiento de la frontera “no ha desanimado nuevos inmigrantes, pero sí ha tenido el efecto de animarlos a quedarse más tiempo en Estados Unidos y hasta asentarse para siempre porque el costo y los riesgos de cruzar clandestinamente han aumentado”.

Verónica Nur Valdés, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), negó que el reforzamiento de la frontera haya fracasado en controlar la inmigración indocumentada. “El año pasado bajó en 20% el número de detenciones de personas tratando de cruzar nuestra frontera ilegalmente. Este año disminuyó al 17% comparado con el año pasado”.

Entre las conclusiones del estudio se destaca la ganancia que ha significado para la industria del tráfico de personas por la frontera, el rígido control en la zona. “Las tarifas cobradas por los coyotes han subido 300% o 400% en los últimos quince años”. La portavoz del DHS admitió que ha aumentado el tráfico utilizando a coyotes. La presencia de estos en la frontera “presenta una vulnerabilidad ante los terroristas”, dijo.

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Millas. Es la extensión de la cerca tradicional construida por Estados Unidos en el límite con México.