El paro entre los inmigrantes que viven en la Región se ha duplicado en el último año. En estos momentos, 9.400 extranjeros engrosan las listas del INEM. De ellos, unos 3.500 provienen del sector de la construcción. El consejero de Empleo, Constantino Sotoca, advirtió ayer de que «el proceso de desaceleración económica» está afectando de forma especial a los inmigrantes «por su baja cualificación». Así, entre el 55 y el 60% de estos trabajadores «no tienen ni siquiera estudios primarios», por lo que su incorporación a puestos estables y bien remunerados es complicada. Para hacer frente a esta situación, la Consejería ha elaborado un plan que pasa por la formación de estos desempleados para que puedan recolocarse en otros sectores, fundamentalmente en industria, turismo e incluso como autónomos.

Los inmigrantes contarán con la ayuda de tutores que les orientarán en función de su capacitación y habilidades hacia unas u otras salidas laborales. En las oficinas del Servicio Regional de Empleo (SEF) encontrarán traductores y manuales con información básica en distintas lenguas. En aquellos lugares donde la presencia de traductores no sea posible, se podrá contactar con ellos a través de videoconferencia.

Los extranjeros con mayores dificultades de integración, bien por desconocimiento del castellano o por una baja cualificación, entrarán en un programa especial en el que recibirán una formación básica. El resto podrá sumarse a los cursos que con carácter general ofrece el SEF para cualquier desempleado. El objetivo será la recolocación en industria, servicios, atención a la dependencia, auxiliares de geriatría, turismo, comercio y hostelería.