Berlusconi proclama que un «ejército del bien» combatirá a los delincuentes

ABC, 16-04-2008

AP

Silvio Berlusconi compareció ayer ante los medios de información en Roma, después de su victoria electoral

VERÓNICA BECERRIL

CORRESPONSAL

ROMA. Los resultados electorales han sorprendido hasta al propio ganador, Silvio Berlusconi, por el aplastante éxito conseguido. Catorce años después de entrar en política, tiene el control de las dos Cámaras, aunque no está solo. Su principal aliado, la Liga Norte, espera conseguir muchos de sus objetivos gracias a la alta representación obtenida.

Ayer, en rueda de prensa, Berlusconi fue al grano en materia de seguridad y anunció que un «ejército del bien se interpondrá en la calle entre los ciudadanos y el ejército del mal (la delincuencia)». Y lo relacionó con la inmigración, a la que se refirió asegurando que cumplirá con la normativa de la UE de expulsar a inmigrantes en situación irregular, «antes de que acaben en la delincuencia».

Berlusconi se presenta como un político renovado, diferente de aquél que ganó las elecciones en 2001 y gobernó durante cinco años, marcando una página de la historia del país. «Ahora sé cómo funciona la máquina del Estado», afirmó el líder del Pueblo de la Libertad en una frase que sonaba más a amenaza que a promesa. En una muestra de su buena intención, el «Cavaliere» confirmó que dialogará con la oposición, y que lo primero que hará es cumplir la promesa de eliminar el impuesto a la primera casa, para dar paso después al federalismo que la Liga tanto ha reclamado.

El poder obtenido por el partido independentista del norte de Italia asusta a la mayor parte de la población, incluso a la propia Iglesia, como señaló ayer el presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, el cardenal Renato Martino, quien pidió que «bajen los tonos y se presten a la colaboración, sin imposiciones».

Pero Berlusconi hace oídos sordos. Exultante, ignoró las críticas de la izquierda, confirmó sus planes para Alitalia y, en materia económica, prometió reducciones de impuestos por doquier, finalizando con una de sus grandes frases sobre los jueces: «No tengo nada que decir; mi juicio es positivo, sólo hay que ver las veces que me han investigado, y siempre me han absuelto».

Veltroni se defiende

El nuevo bipartidismo italiano ha dejado fuera a partidos históricos de izquierda, cuyos representantes y candidatos dimitieron de sus respectivas presidencias y se quedaron como «simples militantes». Estos partidos acusaron al líder del Partido Democrático, Walter Veltroni, de ser el responsable de su desaparición y de la victoria de Berlusconi, por querer correr sin aliados. El futuro líder de la oposición respondió ayer en rueda de prensa a quien le preguntaba al respecto con una pregunta: «¿Os imagináis qué es lo que hubiera pasado si nos hubiéramos presentados como en 2006?». Y al mismo tiempo, vaticinó poca duración al nuevo Gobierno.

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