El éxito de la Liga Norte empuja a Berlusconi aún más a la derecha

El Periodico, ROSSEND DOMÈNECH, 16-04-2008

A la tercera va la vencida. Después de no haberlo conseguido en 1994 y en el 2001, Silvio Berlusconi, con su Pueblo de la Libertad (PDL), ha alcanzado esta vez la mayoría absoluta en el Congreso y en el Senado, gracias a los votos decisivos de la federalista y xenófoba Liga Norte. El peso de esta formación se hará notar en el tercer Gobierno de Berlusconi y empujará al primer ministro aún más hacia la derecha.
Al despertar de la resaca electoral, los italianos han descubierto también que, en sola una noche, el paisaje político ha cambiado como no sucedía desde 1948 cuando, después de múltiples coaliciones posbélicas, la Democracia Cristiana se hizo con la mayoría absoluta. Ahora le ha tocado el turno a Berlusconi. Además, los tres partidos comunistas han desaparecido del Parlamento, así como los socialistas, los verdes, la extrema derecha y también el centro católico, reducido a un grupo testimonial.
Los efectos de la ley electoral, definida como “una porquería” y madre de la ingobernabilidad del país, han quedado anulados por el voto de los electores, que han trasladado el centro político más hacia la extrema derecha. “¿Dónde se manifestará ahora el disenso social, si la izquierda tradicional carece de representación parlamentaria?”, se preguntaba ayer Roberto Maroni, de la Liga Norte.

LAPSUS
Berlusconi podrá gobernar holgadamente: ha conseguido 171 senadores contra los 130 del Partido Democrático (PD) de Walter Veltroni, y cuenta con 340 diputados frente a los 239 de los progresistas. Sin el lastre de una docena de partidos, podrá conocerse qué idea real de una democracia liberal tiene Berlusconi, que en, su última aparición televisiva durante la campaña, tuvo el lapsus de confundir el primer Consejo de Ministros con el “primer Consejo de Administración”.
Berlusconi aseguró ayer que la situación de Alitalia y la crisis de las basuras figurarán entre sus prioridades inmediatas. Antes, subrayó que, en una semana, anunciará la composición del nuevo Gobierno.
Más reveladora fue la afirmación de Berlusconi de que cerrará las fronteras para combatir la inmigración ilegal y las bandas de delincuentes, a las que calificó de “ejército del mal”. "Necesitamos más policías, que constituyan un “ejército del bien” en las plazas y calles para interponerse entre los italianos y el ejército del mal", añadió.
Berlusconi se declaró también partidario del federalismo – – que en Italia se entiende exclusivamente como un equilibrio de balanzas fiscales – – , lo que, junto a su referencia a la inmigración, puede considerarse un primer guiño a la Liga Norte, que ha obtenido el 8,2% en el Congreso y el 8,06% en el Senado. El partido liderado por Umberto Bossi ha doblado su porcentaje respecto al 2006.
El papel decisivo de la Liga Norte hará reintroducir la ley de extranjería, suprimida por los progresistas, que prevé la reclusión de los inmigrantes clandestinos en duros campos de acogida y su expulsión.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)