Una de sus primeras medidas será abolir el impuesto de inmuebles y estudiar un bono de mil euros por bebé

Endurecerá la lucha contra la inmigración clandestina con una ley de fronteras para expulsar a más irregulares

Una de sus primeras medidas será abolir el impuesto de inmuebles y estudiar un bono de mil euros por bebé

Los italianos confiaron por tercera vez en Silvio Berlusconi y ese apoyo le permitirá gobernar con mayoría absoluta, aunque tendrá que contar con los extremistas de la Liga Norte, que agitan banderas contra los inmigrantes y a favor del federalismo fiscal.

Ayer, Berlusconi anunció las prioridades de su mandato. En su primer consejo de ministros se ocupará de un proyecto de ley que «ya está listo», para abolir el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI). También estudiará el «premio a la productividad» y la bonificación de mil euros por recién nacido. Asimismo, destacó la cuestión del federalismo: «Es un gran principio de democracia y de libertad», dijo.

El líder del Pueblo de la Libertad anunció que endurecerá la lucha contra la inmigración clandestina con una ley de fronteras y creará un «ejército del bien» aumentando el número de policías para proteger a los ciudadanos y expulsar a más inmigrantes en situación irregular», como pide la Liga Norte.

En el Ejecutivo pesará el resultado de este grupo federalista, antieuropeo, xenófobo y populista, de Umberto Bossi, que duplicó su caudal electoral.

«Soy distinto con respecto al Berlusconi del 2001. Ahora tengo experiencia y conozco bien la máquina estatal», aseguró Il Cavaliere, quien también advirtió que se enfrentará a «tiempos difíciles» por la crisis económica, el alto coste de la vida y los salarios bajos.

Entre las medidas económicas para paliar la crisis citó los recortes de impuestos, una reducción de gastos del aparato del Estado y un replanteamiento fiscal en el sector empresarial.

La crisis de Nápoles y Alitalia

«Daré menos espacio al teatrito de la política y de las televisiones. Aplicaré una política exterior diferente; no haré conferencias de prensa y no leeré los periódicos que obviamente tomarán posición contra mí. Quiero esforzarme y ser el estadista que cambie el país», anunció. Reiteró que sus primeras medidas serán para resolver la crisis de las basuras de Nápoles, donde celebrará el primer consejo de ministros, y la de compañía de aviación Alitalia, al borde de la quiebra, pero que «seguirá siendo italiana».

El Gobierno, que deberá formarse en mayo, tendrá doce ministros, entre ellos «cuatro mujeres», dijo. El eurocomisario Frattini dirigirá Exteriores; Giulio Tremonti, de la Liga Norte, Economía, y Gianni Letta será viceprimer ministro. El líder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, presidirá la Cámara.

La Liga Norte contará con dos ministros más – Roberto Maroni, Interior, y Rosi Mauro, Trabajo – y su incómodo líder, quien aspira a una cartera, ya advirtió que la prioridad será poner fin al odiado centralismo romano. Bossi prometió que el federalismo fiscal será «la primera iniciativa» de la Liga en el Gobierno. «Es inconcebible que todo el dinero [de los impuestos pagados por el norte] aterrice siempre en Roma», protestó.

Berlusconi anunció una reforma institucional para dar más poderes al primer ministro, organizar el país con una sola Cámara legislativa, reducir el número de parlamentarios y consejeros, algo que aplicará también en el nivel regional y provincial.