El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, no quiso ayer hablar de ninguno de los temas que conciernen a su departamento. Tan solo avanzó que se reunirá esta semana con los expertos de su ministerio para comenzar a abordar el fenómeno de la inmigración.
Pero Jesús Caldera reconoció que, con la desaceleración económica, habrá menos espacio para contratar inmigrantes en origen porque seguirán siendo necesarios, aunque quizá “en menor medida”. Para Caldera, Corbacho “es una persona muy adecuada para gestionar este fenómeno”.