El nuevo ministro de Trabajo recalca que los inmigrantes «deberán tener contrato»

«La ciudad no puede funcionar con la norma del último que se empadrona»

El Correo, AGENCIAS, 14-04-2008

El recién nombrado ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, defendió ayer que todos los extranjeros que se establezcan en España deben tener contrato de trabajo y apostó por buscar fórmulas de integración que no reduzcan el estado del bienestar de que disfrutan los españoles. «En este país, todos los inmigrantes que sean necesarios y uno más. Pero todos con contrato de trabajo. Eso debe ser incuestionable», enfatizó Corbacho.

El nuevo ministro volvió a plantear, en una entrevista concedida a la ‘Cadena Ser’, la posibilidad de facilitar el retorno a los trabajadores foráneos que se queden sin empleo, una medida anunciada por el presidente Rodríguez Zapatero en el debate de investidura. En este sentido, recordó que, normalmente, los inmigrantes abandonan el país en el que se han instalado cuando desaparecen las «expectativas de futuro».

Corbacho resumió en una frase su punto de vista sobre el papel de los trabajadores extranjeros en la difícil coyuntura que se avecina. «El fenómeno de la inmigración se coloca en una escalera, se coloca en un barrio y se coloca en una ciudad, pero mi opinión es que ni la escalera, ni la ciudad, ni el barrio pueden funcionar nunca con la norma del último que se empadrona», explicó.

El titular de Trabajo e Inmigración admitió que su labor será examinada con lupa debido a los negros nubarrones que se ciernen sobre la economía, pero agregó que los retos no hay que tomarlos como problemas, «sino con espíritu de trabajo para superarlos».

Con lupa

Celestino Corbacho pidió que no se «criminalice» a los extranjeros ni se traslade a la sociedad la impresión de que los servicios y los subsidios sociales pueden estar en peligro porque trabajadores foráneos se han instalado en España. «Si antes había diez personas con derecho a una beca de comedor, y ahora hay veinte personas que la quieren, no hay que dársela a los diez últimos que han llegado. Habrá que aumentar las becas del comedor hasta 20», explicó.

El ministro apostó por intensificar el diálogo con los sindicatos y la patronal para encontrar alternativas laborales a los trabajadores que se queden en paro; especialmente en el sector de la construcción. A su modo de ver, se trata de identificar «yacimientos de empleo» para que la crisis tenga el «menor impacto posible sobre el ciudadano». Recordó, por ejemplo, que los sectores relacionados con los servicios «están viviendo una situación emergente».

Corbacho no ocultó que él mismo procede de una familia de emigrantes, pues es originario de Extremadura y a los 14 años se trasladó a Cataluña. «Yo me siento ca- talán y me siento muy orgulloso de haber nacido en Extremadura y de ser extremeño. Cataluña no me ha regalado nada pero ha sido el país que me ha dado todas las oportunidades», explicó el ministro, quien añadió que habla catalán «mejor en público que en la intimidad».

El nuevo responsable de la cartera de Inmigración renunció ayer formalmente a la alcaldía de LŽHospitalet de Llobregat, un cargo que ha desempeñado durante 14 años. El cese se hizo efectivo durante un pleno extraordinario, en el que Corbacho se comprometió a no perder el contacto con los ciudadanos ni siquiera desde el Gobierno central. «Si tenemos que aprender de algún sitio es estando en contacto con la gente, no haciendo un máster», concluyó.

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