Los otros inmigrantes
Una fiesta de centros regionales homenajea en Barakaldo a los que llegaron de otros rincones de España
El Correo, , 14-04-2008Cuando la inmigración era nacional, Barakaldo configuró su imagen actual con gentes llegadas desde distintos rincones de España. Extremeños, andaluces, castellanos, gallegos… Todos se acercaron con la única intención de buscar trabajo, pero muchos encontraron una nueva vida y decidieron quedarse. El Ayuntamiento quiso reconocer ayer su esfuerzo e integración durante el cuarto encuentro local de casas regionales. Una cita festiva que reunió a catorce centros y a cerca de 1.500 personas.
Como si la lluvia vespertina amenazara ya, la jornada comenzó por la mañana con una bajada entre la Herriko Plaza y el polideportivo de Lasesarre. Fue éste el único acto de calle. Todo un acierto. El resto del encuentro se desarrolló en el pabellón, al que los invitados accedieron al son de la banda municipal de música. Después disfrutaron con una exhibición de bailes tradicionales y acto seguido tomó la palabra el alcalde. «Sois el reflejo de nuestro Barakaldo plural de hoy y quiero agradeceros vuestra contribución a esta tierra, que también es la vuestra», reconoció Tontxu Rodríguez.
Corrillos de múltiples acentos inundaron la cancha durante la gran comida popular. Pascual Fernández, pese a su origen zamorano, disfrutó la jornada con sus compañeros del Centro Riojano. «Me hice socio hace más de cuatro décadas. Era el que más cerca me quedaba de casa cuando llegué, en 1955, y también al que iban todos mis amigos, así que lo hice para sentirme integrado», explicó, contento por tener ahora «tres patrias». «Castilla, La Rioja y Barakaldo. Que nadie se meta con ellas», advirtió.
Al margen de su procedencia, la mayoría de los presentes no ocultaron su arraigo local. Lo demostró José María Guzmán, extremeño de 61 años. «La tierra siempre es la tierra y la visito cada verano, pero mi vida y mi familia están aquí», señalaba. En una línea muy similar se expresó Rosario Fernández. Aunque andaluza de nacimiento, se confesó vizcaína de adopción y se mostró orgullosa del cambio urbanístico experimentado por su segunda patria en los últimos años. «Lo han dejado todo precioso. Poco tiene que ver ya con lo que yo conocí por primera vez hace cuarenta años», exclamaba satisfecha.
Bodas de oro
La jornada sirvió también de marco para conmemorar el cincuenta aniversario de cuatro centros regionales: la Casa Palentina, el Centro Zamorano, el Hogar Navarro y el Círculo Vallisoletano. El presidente de esta última entidad, Carlos Verdes, recibió el galardón de manos del alcalde y no pudo ocultar su alegría. «No resulta fácil llegar hasta aquí y menos en los tiempos actuales», señaló, en clara alusión a la escasa implicación de los jóvenes.
En efecto, la falta de relevo generacional quedó patente en Lasesarre. Aunque con contadas y positivas excepciones. Como la de la Asociación Andaluza Hijos de Almáchar, que exhibió juventud entre sus comensales. «Aquí hay gente para rato», aseguró junto a sus amigas la veinteañera Míriam Sánchez. Les queda, sin embargo, un largo camino por delante para alcanzar al Centro Gallego y al Centro Cultural Cantabria, referencias ambas del regionalismo en Barakaldo, con más de un siglo de trayectoria a sus espaldas.
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