Celestino Corbacho: "La izquierda no debe renunciar a gestionar y ordenar la inmigración"
El Periodico, , 14-04-2008Considera que si uno puede disponer de tres cuartos de hora, es mucho mejor viajar a Madrid en AVE que en avión. Celestino Corbacho Chaves (Valverde de Leganés, Badajoz, 1949), ayer, prefirió el tren. Hoy prometerá el cargo ante el Rey como ministro de Trabajo e Inmigración. Cargado con algunas maletas y con la previsión inicial de estar una semana en Madrid antes de instalarse de forma definitiva en la capital del Estado, donde residirá en la vivienda del ministerio, Corbacho explica a EL PERIÓDICO sus primeros objetivos y sus anhelos como ministro. Su opción de tomar el AVE, precisamente, le permitió comenzar a trabajar y preparar papeles. Después de una larga carrera política, siempre apegada a la gestión local, Corbacho considera que puede aportar su experiencia a dos áreas que cobrarán un gran protagonismo.
– – ¿Usted tenía vocación de ser ministro y lo ha conseguido?
– – La verdad es que vocación, no. Cuando uno se dedica a la política siempre surge la pregunta o la afirmación de alguien que te dice que serás ministro. Y uno cree que no llegará, que no te tocará a ti. Pero cuando surge, se siente una gran satisfacción. Es la culminación a lo que puedes aspirar como político.
– – ¿Cree que se trata de un reconocimiento a su labor en L’Hospitalet o por su propio discurso en los últimos años sobre la inmigración, basado en la realidad social?
– – Cuando el presidente Zapatero lo decide es porque piensa en el futuro más que en el pasado, aunque habrá tenido en cuenta mi gestión. He tenido el privilegio de ser el alcalde de la segunda ciudad de Catalunya, y me he encontrado en el camino, justamente, las dos grandes áreas del ministerio: el fenómeno de la inmigración y el paro. Quizá mi discurso no se convirtió en un modelo, pero sí en una referencia. Y supongo que es válido en este momento.
– – ¿Considera que su nombramiento es también un reconocimiento para con el PSC?
– – No. El presidente ha hecho el Gobierno que cree mejor para desarrollar las políticas y la gestión que considera idóneas. No ha mirado al PSC para buscar cuotas. Éste es un partido muy importante en Catalunya, que ha tenido un resultado muy bueno y es lógico que haya podido pesar. Pero Zapatero ha nombrado a la mejor ministra para Defensa, con Carme Chacón, y para Trabajo e Inmigración.
– – ¿Qué medidas tiene pensadas en las dos áreas?
– – Es complicado ahora pensar en primeras medidas. Hay que tomar posesión del cargo y ver qué hay en la agenda política del ministerio. En la cuestión laboral, en todo caso, hay que analizar en qué sectores se pueden hallar yacimientos de empleo que compensen la destrucción de puestos de trabajo de otros, como la construcción. Y habrá que potenciar el diálogo social, imprescindible para reactivar el empleo. En la cuestión de la inmigración, hay que decir que, los inmigrantes , todos los que sean necesarios, y uno más, pero todos con un contrato laboral y siempre con la idea de que hay que asegurar la convivencia.
– – Usted tiene una máxima sobre quién puede y no debe apropiarse del discurso sobre la inmigración. ¿Cómo la explica?
– – La derecha no tiene por qué apropiarse del discurso. La izquierda, por tanto, no debe renunciar a gestionar y ordenar la inmigración. Se ha percibido en muchos momentos que los únicos capacitados para gestionar la inmigración eran los partidos conservadores. Y hay que combatir esa percepción, porque los conflictos, cuando aparecen, se producen en barrios de trabajadores. Es un fenómeno que se debe ordenar, un fenómeno que significa en muchas ciudades que el 30% de los habitantes sean extranjeros, de 25 nacionalidades, además. Son complejidades que obligan a estar muy atento, a ordenar las cosas, con claridad. La izquierda debe trabajar siempre con un valor por encima de todos: la integración, para que se produzca en una sociedad que es diversa y plural, que comporta derechos, pero también obligaciones. Y la gente está pidiendo esa claridad a los políticos.
– – ¿Qué le diría a una familia española o catalana cuando considera que los inmigrantes tienen privilegios porque consiguen una plaza de comedor gratuita o una plaza de guardería pública?
– – Le diría que es una percepción, que no es la realidad; pero las percepciones son difíciles de controlar. Le diría que un colectivo extranjero no puede poner en riesgo los derechos que tiene como ciudadano. Nadie puede dejar de percibir un derecho por haber llegado un importante contingente de extranjeros. Ahora, el Estado deberá reconocer que la solución pasa por extender el Estado de bienestar. La discusión no puede ser sobre a quién se da la beca de comedor, sino conseguir más dinero para esas becas o para el centro de salud.
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