El flamante alcalde de Badalona, Jordi Serra (PSC), completó ayer su primera semana al frente de uno de los ayuntamientos más importantes de la conurbación de Barcelona presenciando en Turín la victoria del DKV Joventut en la copa ULEB. Desde el pasado martes, Serra sustituye a la histórica Maite Arqué, elegida senadora tras comandar la ciudad durante casi nueve años. Aunque admite estar lejos de la popularidad de su antecesora, confía en darse a conocer pronto «por lo que haga, no por ir a muchas cenas». Serra sucede a Arqué 10 meses después de que los socialistas obtuviesen una pírrica victoria en las municipales al amarrar sólo dos concejales más que el PP.

P. – ¿Le han nombrado alcalde porque el ciclo de Arqué estaba agotado tras los malos resultados de 2007?

R. – No, a Arqué se le ha encomendado una alta responsabilidad política. En cuanto a nuestros resultados, los mejoraremos dentro de tres años sea quien sea nuestro candidato.

P. – En todo caso, a usted se le presenta como un gestor a quien no le temblará el pulso. ¿Es lo que le ha faltado a Badalona?

R. – No juzgaré el pasado, pero tengo claro lo que voy a hacer.Esta ciudad necesita que se desencallen proyectos que hace mucho que están sobre la mesa. Hace tiempo que se piensa completar el paseo marítimo, pero todavía se redactan informes, y se sigue hablando del túnel de la B – 500 o de los laterales de la C – 31.A partir del lunes [hoy para el lector], con el Gobierno central ya formado, volveré a la carga porque lo que quiero es que se liciten obras.

P. – ¿Por qué en Badalona hay tantas transformaciones previstas y pocas completadas?

R. – Somos una ciudad con muchas necesidades y es normal que haya proyectos, pero muchos se han cumplido. Ahora confluyen varios planes y es el momento de abordar a la vez muchas reformas.

P. – ¿Se marca calendarios?

R. – Es un error marcarse calendarios. El primer cambio será el primero que se desencalle.

P. – ¿Pero Badalona no se ha quedado atrás dentro del área metropolitana como para seguir esperando?

R. – Eso es un tópico equivocado. Gozamos de una calidad de vida superior a otras ciudades, aunque no todo se ha solucionado porque hay casos de una complejidad enorme.

P. – Sin embargo, y aunque sus efectos han remitido, se ha asociado a algunos barrios de Badalona con los pisos patera y el absentismo escolar. ¿Por qué se mantienen esos brotes de marginalidad?

R. – Son hechos puntuales que no se corresponden con los problemas principales de Badalona. Hace tiempo que se trabaja en ese frente y no pararemos; pienso que los problemas de convivencia que han surgido acabarán por solucionarse sin tener que recurrir a la vía policial.

P. – En todo caso, la acogida a la inmigración ha puesto a prueba a Badalona. ¿La cohesión social sigue debilitada?

R. – No, además no es un fenómeno exclusivo de esta ciudad, pero L’Hospitalet o Santa Coloma no se han encontrado que alguien se dedicara a cometer incendios políticos aprovechándose de los problemas para sacar cuatro votos.

P. – ¿Se refiere al líder de los populares, Xavier García Albiol?

R. – Sí, pero no tanto a él como a una estrategia política de magnificar determinadas situaciones que no se ha repetido en otros municipios.Sólo la han seguido partidos racistas como Plataforma per Catalunya.

P. – ¿Quiere decir que existe una xenofobia latente en Badalona?

R. – No, en absoluto. Hubo intentos de hacer brotar la xenofobia, pero no tuvieron éxito. La política reclama otras vías y están en la solución a los problemas, no en exagerar para sacar beneficio.

P. – Entonces, ¿cómo se entiende que el PP recortase distancias con el PSC en Badalona?

R. – No aumentaron en votos en las municipales, pero lograron mantenerse y recurrieron a una estrategia similar a la tesis que Gabriel Elorriaga explicó al Financial Times de emplear la inmigración para fomentar la abstención en el rival. Pero esa táctica ha tocado sus límites. Prefiero la actitud de ofrecer consenso que tiene el PP ahora en Badalona.

P. – De todas formas, su gobierno ha optado por la mano dura para paliar la sobreocupación y el absentismo y está redactado una ordenanza cívica

R. – Más que mano dura, pienso que los problemas derivados de la inmigración hay que gobernarlos. Hemos aprendido de errores pasados para evitar que se extiendan.

P. – ¿Habla de los pisos patera?

R. – En temas como ése reaccionamos tarde. Dejamos al PP hacer demagogia sin responderle rápido y con contundencia.

P. – Las políticas en seguridad están siendo muy visibles, pero dependen de concejalías en manos de CiU. ¿Mantiene el cargo de concejal de Urbanismo para contrarrestar protagonismo a sus socios?

R. – No, es una decisión meditada y consensuada. Conozco bien los proyectos y pienso que no hay que cambiar lo que ya funciona.Además, no hay ninguna batalla de protagonismo entre PSC y CiU y celebro que mis socios gestionen bien sus áreas de gobierno.

P. – ¿Piensa que es admisible que la Administración no haya reparado en 30 años una avería en Canyet que se acabó convirtiendo en una tremenda fuga de agua?

R. – No es responsabilidad del Ayuntamiento, sino de Aigües Ter – Llobregat.Supongo que durante mucho tiempo las empresas que debían canalizarla pensaron que no era necesario asumir el coste. Ahora hay una necesidad urgente y se aprovechará el agua.

P. – ¿Pero no cree que se ha producido una flagrante desidia en este caso?

R. – No, porque cuando la Administración ha sido consciente del problema lo ha resuelto. Cuando no había la necesidad, no se trataba de una desidia. Seguramente ATLL había preparado informes para resolver todas las fugas, pero pensaría que no valía la pena la inversión, y ahora es imprescindible. En este caso, el Ayuntamiento ha actuado con rapidez: se ha puesto el tema sobre la mesa y en un mes y medio se ha arreglado.