Protesta por centros para el internamiento de migrantes

El Universo, PATRICIA VILLARRUEL, 13-04-2008

| MADRID

Diez recintos son utilizados para detener por 40 días a los indocumentados.

David Abraham Rodríguez, ecuatoriano entrado en la treintena y padre de tres hijos, pensó en autolesionarse o, incluso, lanzarse de las escalerillas del avión para impedir que la policía los expulsara de España.
El ambateño relata su vía crucis en uno de los diez Centros de internamiento de extranjeros (CIE), denominados “Guantánamos de Europa”, donde los inmigrantes son retenidos durante un plazo no mayor a 40 días por carecer de papeles.

Esta falta administrativa, que no se considera delito, los pone a la espera de su repatriación.

Denuncias de abusos a los derechos humanos e impunidad, contra estos recintos policiales, movilizaron ayer a unas mil personas que exigen su cierre.

Rodríguez fue interceptado camino a la panadería, el 14 de marzo. El lunes anterior había liderado una huelga de hambre de 80 internos para protestar por malos tratos, falta de atención médica y castigos sistemáticos que dispensan los agentes. El 27 de marzo lo trasladaron al hospital Doce de Octubre, por una gastroenteritis aguda.

“Cuando ingresé, no probé  bocado por la preocupación. Me atormentaba pensar en el futuro de mi familia. Ellos dependen de mí”, comenta. Un juez frenó su expulsión porque probó que Rodríguez tramitaba su documentación a través de la figura del arraigo social.

Lo cierto es que detrás de esas paredes amarillas adornadas con unas pérgolas azules que protegen las ventanas del exterior discurren historias anónimas de proyectos migratorios frustrados como la del ibarreño Jorge Pazmiño, de 24 años, quien el jueves cumplirá 40 días de estancia.

Teresa, una inmigrante colombiana, accedió a que este Diario visitara a Raúl, su esposo, que permanece en el CIE desde hace quince días. Los familiares de los internos ingresan en grupos de cinco personas y disponen de apenas cinco minutos para hablar bajo la atenta mirada de un policía, en una sala a la que llaman locutorio. Raúl es una de las doce personas que continúa en huelga de hambre. Luce muy demacrado, aunque insiste en que tiene “fuerzas para aguantar más hasta recuperar la libertad”.

En la mesa contigua, Luis Ronquillo se desmorona al ver cómo las lágrimas cubren el rostro de su pequeña Ainoa. Si una decisión judicial no lo impide, en ocho días pisará, otra vez, suelo ecuatoriano. Y no por su voluntad.
 
 
ANÁLISIS
Un informe de finales de 2007, encargado por el Parlamento Europeo a la consultora Steps, resalta que en los CIE’s de los países miembros de la UE suele aplicarse un régimen de vida carcelario y en algunos disponen de celdas de castigo para casos de indisciplina. 
 
FUTURO
En mayo, el Parlamento Europeo analizará una Directiva sobre la detención y expulsión de los inmigrantes en la que se propone que las detenciones en estos centros sean de hasta 18 meses.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)