El comisionado para los Derechos Humanos de México admite que la corrupción es el principal problema de la autoridad migratoria de su país.

José Luis Soberanes, comisionado nacional de Derechos Humanos de México, es una de las voces críticas del trato que brindan las autoridades de su país a los inmigrantes indocumentados. Advirtió que la situación para los que migran sin papeles se complica, y que los acuerdos firmados entre gobiernos no llegan a cumplirse entre quienes tienen el trato directo con los inmigrantes . Sin embargo, ve con buenos ojos el hecho de que la justicia mexicana determinó que aquellas personas que ayuden a los inmigrantes no serán tratados como delincuentes. En marzo estuvo en el país y evaluó los convenios firmados con su par salvadoreño, Óscar Luna.
¿Cuáles han sido los logros más importantes de los convenios firmados entre procuradurías?

Para esto tenemos reuniones de trabajo, para evaluar este convenio y ver qué hemos hecho y qué podemos nosotros colaborar. Hemos estado en primer lugar dando una asesoría ahí en nuestras oficinas. Hemos tenido contactos con los cónsules salvadoreños. Nos preocupa otro fenómeno que es muy duro que es la trata de personas, en el cual nosotros hemos hecho un programa en contra de la trata de personas.
Uno de los problemas que las personas tienen, más estando indocumentadas, es el temor a la denuncia. ¿Creen ustedes que se está superando este temor y llegando a sus oficinas?

Sí, sobre todo porque nosotros no estamos esperando a que lleguen, sino que actuamos en Casas de los Migrantes, tenemos oficinas móviles, y vamos a los puntos donde están (los indocumentados); entonces ahí ya saben que pueden acudir con nosotros y esta cultura de la no denuncia nosotros la tratamos de revertir dándoles la certeza de que cuando presentan una denuncia, tienen la certeza absoluta de total discreción por nuestra parte y que esta denuncia la vamos a investigar y vamos a concluir en una recomendación o en el cambio incluso de políticas públicas en México.
Usted advertía hace poco que el clima adverso para los inmigrantes se iba a complicar, ¿en qué sentido va su advertencia?

En primer lugar, la complicación misma en Estados Unidos ante la crisis económica que se ha presentado en ese país y hay un poco la idea de echarle la culpa de los males a los inmigrantes latinos. Por otro lado, tenemos el problema que lo tenemos que reconocer que es el de la corrupción por parte de las corporaciones policiacas mexicanas que saben que el inmigrante es un sujeto fácil de explotar, de extorsionar.
Según sus estudios, ¿qué instituciones son las que más abusan de los inmigrantes en México?

En primer lugar, el Instituto Nacional de Migración (INM), que es la autoridad encargada de regular el fenómeno migratorio y ahí hay desgraciadamente una gran corrupción y eso hace que la autoridad migratoria mexicana se vuelva pues una autoridad que tiende a explotar a los inmigrantes centroamericanos. Luego las policías municipales y ahí otras corporaciones.
Entre los gobiernos de México y El Salvador hay acuerdo de respeto a los derechos humanos. ¿Qué tanto cree que se cumplen estos convenios?

Es que estos acuerdos son a muy alto nivel y aquí el problema es que no descienden, que no bajan. México es un gobierno federal; hay tres formas de gobierno, el gobierno federal, los gobiernos estatales y los gobiernos municipales, los acuerdos se hacen a escala federal y ahí está nuestra actuación para hacer que esos acuerdos desciendan a escala municipal.
Los peligros a los que están expuestos los inmigrantes en México ¿son diferentes en la frontera norte y en la sur?

Sí, son diferentes porque en la frontera norte el problema que tienen que enfrentar es el de la Patrulla Fronteriza, usted sabe que ahí no se tocan la mano incluso para matar inmigrantes . O sea que el inmigrante centroamericano es víctima por un lado de la represión de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y por otro de la extorsión de los policías mexicanos.
¿Y en el lado sur?

Ahí pues es el tema de la extorsión de las policías y el abuso que se da de los inmigrantes .
¿Y cómo avanza el proceso de despenalizar la migración indocumentada?

En México está la Ley de Población del año 74, donde es un delito (la migración indocumentada), entonces de eso se agarra la autoridad para extorsionar al inmigrante. Sabemos que en los hechos a los inmigrantes no se les mete a la cárcel como delincuentes, los llevan a estaciones migratorias, pero son similares a las cárceles aunque son de estancia temporal, pero las condiciones de las estaciones migratorias en México son deplorables, no hay agua, no les dan alimentación, no les dan servicios médicos.
La Corte Suprema de México resolvió recientemente que las personas que brinden apoyo a los inmigrantes no van a ser considerados como delincuentes.

Esta noticia yo la celebro, que las personas que ayudan a los inmigrantes no puedan ser consideradas como partícipes de una actividad delictiva cuando es una actividad humanitaria.
¿Cree que las condiciones actuales han hecho que la migración descienda?

No, mire, hay algo que Estados Unidos no entiende o no quiere entender, la migración es un fenómeno social y económico y precisamente la economía no responde a las leyes de los congresos. Por eso yo creo que lo racional es regular la migración y según la necesidad de los países receptores a fin de que haya una migración ordenada. Eso es lo racional.