La presencia en el Gobierno de Celestino Corbacho i Chaves compensa la perdida de ‘cuota catalana’ en la parcela económica tras el paso de Carme Chacón a Defensa y la salida de Joan Clos. Su nombre no entró en las listas de ministrables hasta última hora, de lo cual se felicitaba. «Cuando tu nombre sale en las quinielas, lo normal es que no te toque», confesaba a sus más cercanos, mientras en público se dejaba querer. Hace poco apuntó que «sería perfecto» que el nuevo responsable de Fomento fuera catalán. No vio cumplido el deseo, pero sí el de ser ministro.

Nacido en Badajoz, ha desarrollado toda su trayectoria política en Cataluña, a donde llegó con 15 años y donde es hasta hoy alcalde de Hospitalet de Llobregat. También preside la Diputación de Barcelona tras sustituir en 2004 a José Montilla cuando éste fue nombrado ministro de Industria. Deportista y ex fumador desde el pasado septiembre, Corbacho ingresó en 1976 en el PSC, del que es miembro de su comisión ejecutiva y secretario de política local y territorio. También forma parte, desde 2000, del comité federal del PSOE.

Hombre muy ligado al municipalismo – ha ocupado relevantes cargos en las federaciones de municipios catalana y española – , el nuevo responsable de Trabajo e Inmigración comenzó en 1983 su carrera como concejal en Hospitalet. Allí se ocupó de diversos asuntos – Urbanismo, Programación y Planificación o Presupuestos municipales – hasta que el 13 de mayo de 1994 fue nombrado alcalde al dimitir su antecesor. Desde entonces ha renovado cada cuatro años y por mayoría absoluta.

Su gestión destacó por una importante regeneración urbanística y por afrontar la llegada masiva de inmigrantes, que en la localidad representan el 30% de la población. Ayer mismo reconoció que «algunas ideas aplicadas» allí «pueden servirme como ministro». Subrayó, así, «el efecto positivo de la inmigración para la economía», si bien matizó que «no puede ser que el último que llega ponga las normas de funcionamiento».

Cercano al president Montilla y a Chacón, Corbacho forma parte del ala menos catalanista del PSC. El nuevo ministro reconoció ayer que supo de su nombramiento el pasado miércoles mientras viajaba en AVE hacia Madrid para recoger un premio en el salón inmobiliario SIMA. Una curiosa coincidencia porque la última vez que Corbacho y Zapatero fueron fotografiados juntos se registró el 28 de octubre. Entonces ambos inspeccionaron el tremendo socavón abierto en uno de los túneles en construcción del tren.