LABORAL

Los inmigrantes no quieren emigrar

El Mundo, Por Francisco Núñez, 13-04-2008

Zapatero ha propuesto liquidar su paro en una paga y ayudarles con microcréditos para volver a su país, pero sólo los rumanos se muestran recepctivos Los colectivos de inmigrantes son poco receptivos a la doble oferta del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: por un lado, podrán capitalizar el paro en un único pago; por otro, recibir microcréditos en condiciones ventajosas. Todo con el fin de facilitar el retorno a su país de origen de forma voluntaria.


En realidad, como ha ocurrido con otras iniciativas, sólo una parte del Ejecutivo conocía que Zapatero iba a incluir en el debate de investidura esta propuesta. Lo que más sorprendió es que se incluyera dentro del Plan de medidas de choque contra la desaceleración económica y que el Ministerio de Trabajo (que tiene una Secretaría de Estado de Inmigración) no lo conociera.Ni siquiera se consultó a los sindicatos o a las organizaciones de inmigrantes . Es más, nadie ha hecho números del coste de situar a algunos inmigrantes de nuevo en sus países, ni existe una encuesta sobre si la oferta sería seguida de forma voluntaria.


Se trata de una actuación diseñada por el equipo de Solbes para quitar presión a las cifras de paro y al coste social que representa, por ejemplo, en materia de sanidad y educación. Sin embargo, existen estudios de que se necesitan al menos 150.000 nuevos inmigrantes anuales hasta 2020 para atender a la demanda de empleos de baja cualificación (sobre todo del sector servicios).


Según los datos de la Seguridad Social, 2.073.658 extranjeros (de los más de cuatro millones que figuran en el censo) se encontraban afiliados al sistema público en marzo. Esto quiere decir que cotizan para su futura pensión, en el supuesto de cumplir los requisitos, y al INEM para la prestación por desempleo.


Aunque este colectivo fue menos castigado por el desempleo en el último mes, hay censados 240.111 inmigrantes en el paro registrado procedentes de la economía regular. Es decir, el 10,5% del total de los parados en España son trabajadores del exterior. Este porcentaje se eleva hasta el 19%, en el sector de la construcción (58.939 personas). Es decir, uno de cada cinco de estos parados procede del ladrillo. También es significativo que el 15% (10.971) del total de desempleados del exterior se encuentre en la agricultura.


En número, casi la mitad de estos parados (127.706) proceden de los servicios; otro 25%, de la construcción; y la otra cuarta parte se la reparten la industria, la agricultura y los que no tienen empleo anterior.


¿Cuántos cobran en la actualidad desempleo y podrían beneficiarse de la oferta de Zapatero de capitalizar el paro? De los 240.111 parados, 169.680 cobran el paro ( un 70%). Se trata de una tasa de cobertura mayor que la media nacional.


Pero sus cotizaciones medias son más bajas y los periodos de cotización más cortos. Los marroquíes son los inmigrantes que mayor periodo y cotizaciones acumulan. Pero, como reconoce Kamal Rahmouni, presidente de la Asociación de Inmigrantes Marroquíes (ATIME), muy pocos podrían cobrar el máximo de dos años de paro.Para ello, deberían haber cotizado seis años. Este problema se acentúa en los colectivos latinoamericanos, como ecuatorianos o bolivianos, que han llegado en los últimos tres años al albur de la regularización de 2005. Y también, entre los rumanos.


El gasto total para el INEM es de 148 millones de euros (en el último año ha aumentado un 75%). El coste medio es de 871 euros por inmigrante que cobra el paro (la cifra neta es inferior porque se incluye la cotización a la Seguridad Social) frente a los 1.003 euros de media nacional.


También destaca el aumento del subsidio (para los que han agotado la prestación). Lo perciben ya el 10% de estos parados. Su gasto ha crecido en el último año un 77% hasta los 13,4 millones al mes (Cataluña acumula la cuarta parte). Marroquíes, ecuatorianos y colombianos y rumanos representan la mitad de los beneficiarios de las 60 nacionalidades que cobran paro en España.


Para Mohamed Haidur, adjunto a la secretaría de migraciones de CCOO, «la propuesta de Zapatero es precipitada y su eficiencia ofrece muchas dudas». Haidur reconoce que es la primera vez que una crisis afecta a este colectivo en España, pero dice que cuando han salido de su país no es sólo por razones económicas, «ya no son de ese país».


Rahmoudi, por su parte, considera que «los marroquíes que llevan varios años aquí «no van a aceptar la oferta». Prefiere hablar de integración. En la Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados (FERINE), que engloba a los latinoamericanos, se comenta, sin embargo, «que dependerá de las ofertas de los microcréditdos, sobre todo sin son a fondo perdido, y de cada caso particular».


En esta línea se pronuncia la asociación de inmigrantes ecuatorianos Rumiñahui aunque manifiesta sus dudas, ya que ya existe un programa para el retorno de ecuatorianos (también de bolivianos) y en los últimos años sólo lo han utilizado 80 personas. En la organización de Ecuatorianos residentes en el Exterior se matiza que «aunque pierdan su trabajo, muchos se quedarán porque tampoco tendrán trabajo allí». Estas organizaciones, que recuerdan que otros países (como Francia, Bélgica, Holanda o Alemania) hicieron lo mismo en épocas de bonanza económica «y no funcionó el retorno».Piden que «la oferta de Zapatero de los microcréditos debería ser también para los inmigrantes ilegales».


Los más receptivos a la oferta son los rumanos, quizá porque pueden retornar de nuevo a España (ya como comunitarios oficialmente en 2009) si deciden ahora volver a su país y no les van bien las cosas. Quizá también porque el Gobierno rumano está haciendo una gira por las ciudades españolas de mayor población de ciudadanos de este país para ofrecerles 500.000 empleos. En la Federación de Asociaciones Rumanas en España se dice que la oferta de Zapatero es «sensata e interesante». No ocultan su interés en que a la capitalización del paro y a los microcréditos se puedan sumar las ayudas del Gobierno rumano para la vuelta.

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