54 clandestinos birmanos mueren asfixiados en un contenedor frigorífico

Canarias 7, A.F.P. / Colpisa , 11-04-2008

Cincuenta y cuatro birmanos, en su mayoría mujeres, murieron asfixiados dentro de un contenedor frigorífico después de intentar entrar de forma clandestina en Tailandia para trabajar en la turística isla de Phuket, anunció este jueves la Policía. Las víctimas, 37 mujeres y 17 hombres, eran “todos trabajadores emigrantes ilegales de Birmania”, declaró el coronel Kraithong Chanthongbai, jefe de Policía del distrito Suk Samran de la provincia fronteriza de Ranong (sur de Tailandia) donde fueron descubiertos los cuerpos el miércoles por la noche.

Formaban parte de un grupo de 121 personas amontonadas en un contenedor de 6 por 2,2 metros de superficie, cuyo sistema de ventilación estaba defectuoso, precisó el coronel Kraithong. Los supervivientes “dijeron que intentaron golpear las paredes del contenedor para avisar al conductor de que se estaban muriendo, pero él les pidió que se callaran para no alertar a la Policía en la frontera tailandesa”.

Una mujer birmana declaró a la televisión tailandesa: “Poco importó la cantidad de veces que golpeamos el contenedor, el conductor no nos hizo el menor caso”. De las 21 personas que fueron hospitalizadas con deshidratación, sólo 10 seguían en el hospital el jueves por la tarde, pero sus vidas no peligraban.

Supervivientes

Los otros 57 supervivientes fueron detenidos, indicó el coronel Kraithong. El contenedor se utilizaba normalmente para transportar productos congelados entre las provincias de Ranong y Phuket. Los clandestinos pagaron 5.000 bahts (98 euros) a una red tailandesa de pasadores para ser transportados de la frontera birmano-tailandesa a la isla turística de Phuket, donde esperaban encontrar un empleo temporal.

Cuando el conductor del camión constató que varios pasajeros estaban muertos, estacionó el vehículo en la cuneta de la carretera y se dio a la fuga. “Todavía no sabemos si el sistema de aire acondicionado se estropeó durante el viaje o si no funcionaba al salir, lo estamos investigando”, declaró el coronel Narin Bussayawit, comandante adjunto de la policía provincial de Ranong.

Unos 540.000 inmigrantes, la mayor parte birmanos, trabajan legalmente en Tailandia, según el ministerio de Trabajo. Según asociaciones de defensa de los derechos humanos, hay que añadir más de un millón de indocumentados, con frecuencia explotados. Birmania, país gobernado por sucesivas juntas militares desde 1962, atraviesa graves problemas económicos y numerosos son los birmanos que intentan cruzar las fronteras para lograr sobrevivir.

“Muchos birmanos prefieren trabajar en una fábrica en Tailandia con unas condiciones miserables que tener que hacer trabajos forzados y ser robados por el ejército birmano”, explicó David Mathieson, especialista en Birmania para la organización de derechos humanos Human Rights Watch.

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