NUEVO LAREDO, Tamps.— El extremo clima que se espera para el sur de Texas en las próximas semanas obligó al consulado general de México en Laredo, Texas, a instaurar medidas preventivas y de alerta para los paisanos que se aventuren a cruzar de manera indocumentada a Estados Unidos, toda vez que reportó que dos se ahogaron en el río Bravo y uno más murió por insolación.En el área del río que le corresponde a Nuevo Laredo, el departamento de bomberos reportó que cinco migrantes murieron este año en sus aguas, mientras otro más permanece desaparecido.Javier Abud Osuna, cónsul adscrito, explicó que la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de sus oficinas de migrantes en el país, lleva a cabo una campaña de promoción para alertar a quienes deseen trasladarse a Estados Unidos como indocumentados a que desistan de ello ante los peligros que se les pueden presentar.“Las altas temperaturas y los lugares más inhóspitos por donde ingresan son de mucho riesgo, debido a los efectos del programa Tolerancia Cero o Stream Line que está en vigor en Laredo, Texas, y que puede llevar a nuestros indocumentados hasta la cárcel”, explicó el diplomático.Sobre las zonas o rutas más peligrosas que tienen que tomar los indocumentados una vez que libraron las turbulentas aguas del río Bravo, dijo Abud que la zona que corre desde Zapata (este de Laredo), hasta Hebronville, son las áreas de mayor problema para los migrantes.Libres de cazamigrantesDe los minuteman (cazamigrantes), dijo que hace dos años se presentó en esta región un grupo de estos racistas con la intención de detener a los indocumentados, pero recordó que fracasaron debido a la postura que las autoridades de Laredo, tuvieron en relación con ellos, por lo que añadió que en estos momentos no tienen presencia en la región.“Recuerdo que llegaron en septiembre (de 2007), y tenían planeado estar hasta noviembre, pero se fueron en octubre”.El año pasado perdieron la vida en el peligroso caudal del río Bravo, cerca de 60 personas; la mayoría mexicanos que pretendían mejorar su situación económica en Estados Unidos, pero la muerte les arrancó la vida y sus cuerpos fueron trasladados por sus familiares a sus comunidades de origen.