Varios agentes antidisturbios acudieron el lunes al recinto de extranjeros de Aluche para sofocar una supuesta huelga de hambre de los internos que alentaron dos de ellos Polémica en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche. Una serie de inmigrantes recluidos provocaron el lunes por la noche un conato de huelga de hambre que tuvo que ser frenado por los antidisturbios de la Policía Nacional. Es el único dato claro que ayer salió del Centro. El resto se deja a las contradicciones entre las distintas fuentes.

«Todos tienen abogados, todos están atendidos por los médicos, y la situación es de calma», afirmaron ayer fuentes cercanas a la dirección del CIE. Respondían a las acusaciones vertidas por los activistas de la Red Ferrocarril Clandestino y la Oficina de Derechos Sociales del Patio de Maravillas, que denunciaron todo tipo de maltratos en lo que ellos denominan «uno de los principales guantánamos europeos».

Manifestación

Los problemas en el recinto comenzaron el pasado lunes, día en el que distintos colectivos y organizaciones sociales anunciaron que el sábado 12 de abril se celebrará una manifestación para pedir el cierre «del Centro de Internamiento de Aluche y de otros lugares de excepción, donde no se respetaban los derechos de las personas ahí detenidas». El panorama presentado por los organizadores fue dantesco, tildando al centro de «cárcel sin delincuentes», donde «las humillaciones, palizas, insalubridad y hacinamiento» serían una constante.

Nada más conocer la noticia, la dirección del centro comenzó a temerse lo peor. La probabilidad de que alguno de los internos aprovechara el momento para hacer visibles sus «falsos» problemas «era grande». Y no se equivocaron. La misma noche del mundo, dos internos, al parecer pertenecientes a una de las ONG que ha organizado la manifestación, comenzaron a promover una huelga de hambre. La idea era negarse a comer en la cena como muestra del descontento ante lo que consideraban «un trato inhumano».

A partir de ahí, los hechos son explicados de distinta manera según la fuente que se consulte, cuál adaptación del film Rashomon en versión Centro de Internamiento de Aluche. Según los componentes de la Red Clandestina, la huelga de hambre fue secundada por 80 inmigrantes de los cerca de 340 que están internados. Esta cifra aumenta hasta alcanzar a todos los internos, que en vez de ingerir alimentos decidieron ponerse a ver la televisión, según confirmaron a Efe fuentes policiales. La dirección del centro limita la cifra a los dos internos promotores y algunos seguidores, que fueron convencidos por la citada ONG en su afán por alcanzar protagonismo a costa del CIE.

Sea como fuere, entre cuatro y ocho agentes antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía tuvieron que acudir al centro para poner fin al supuesto motín. Los agentes Unidad de Intervención Policial (UIP) mandaron a dormir a los internos, que se negaron aludiendo que no tocarían la cama hasta que algún medio de comunicación se «hiciera eco de su sufrimiento».

La policía confirmó ayer que los antidisturbios no cargaron en ningún momento, y que simplemente se limitaron a «calmar los ánimos», sin que hubiera que registrar heridos. Su única función fue cachear a los internos para ver si escondían algún tipo de arma. La versión anunciada por Ferrocarril Clandestino habla de al menos «un chico marroquí herido de gravedad» por los supuestos golpes recibidos cuando los antidisturbios «llegaron a las celdas y se pusieron chulos».

«Hay un morenito al que le han golpeado. Le dieron en sus partes bajas y está muy mal. Hay otro chico marroquí al que le rompieron casi un pie y le operaron. A otro chico le operaron del estómago y ahora no le dan el medicamento. Está enfermo y lo tienen aislado en un calabozo como castigo», son las declaraciones que, según la citada ONG, le han llegado desde el interior del centro de boca de uno de los internos. El contacto habría sido telefónico y «de total confianza».

Antidisturbios

Sobre lo ocurrido ayer, la Jefatura Superior de Policía ha asegurado que comieron todos los inmigrantes menos los dos que lideraron la protesta. La Red Ferrocarril Clandestino y la Oficina de Derechos Sociales Patio Maravillas elevó la cifra a 40 internos. «Son los únicos que le han hecho frente al miedo que sufrieron con los antidisturbios, porque no hay que olvidar que son gente normal, retenida por una falta administrativa tan grave como una multa», sentenciaron.

DECLARACIONES EN LA RED

‘Rompamos el silencio’ una plataforma ubicada en internet, ha subido a la red diversas grabaciones donde los supuestos huelguistas denuncian el trato recibido.

«Estamos comenzando la huelga de hambre porque no puede ser que nos estén tratando así de mal», dice un interno.

«No nos atienden, no nos dan los medicamentos, nos tratan de lo peor, como si fuéramos delincuentes y simplemente estamos por algo que creo que no es un delito», denuncia el mismo afectado, de acento sudamericano.

«Me han dicho que por favor pida ayuda porque ellos no han entrado a comer y el director les ha castigado a todos y los policías les están comenzando a pegar», narra la grabación de una mujer que dice estar en el interior del Centro de Aluche.

«Ellos le han dicho al director que no coman nada. Han dicho que les ayude que los van a meter a los calabozos por haber comenzado la huelga», se queja la inmigrante.