Condenan a 16 años al patrón de una patera en la que murieron diez personas
ABC, 08-04-2008ERENA CALVO
LAS PALMAS. El testimonio de sus compañeros de viaje le ha valido su entrada en la prisión de Salto del Negro, en Gran Canaria. Con 27 años, Said Farcha ha sido condenado a 16 de privación de libertad; le acusan de ser el patrón de una patera que alcanzó la isla redonda el 7 de septiembre del año pasado. Diez de sus ocupanyes morían a pocos metros de la playa de Risco Verde, en el municipio de Agüimes.
La precaria embarcación clandestina, de seis metros de eslora y propulsada por un motor fuera borda, no había sido localizada por los radares del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), y la Guardia Civil fue alertada por los vecinos tras escuchar los gritos desesperados de los ocupantes de la patera. Said consiguió escapar, recuerdan fuentes de la Benemérita, «y no le encontraron hasta días después, cuando vagaba por la calle sin papeles».
«Les amenazó con un cuchillo»
Los cuerpos de siete de los diez fallecidos fueron repatriados a Marruecos. Además de Said, superaron la travesía otros diez magrebíes. El testimonio de dos de ellos ha sido clave en el fallo de la Audiencia Provincial de Las Palmas. Declararon que al llegar a Risco Verde, aún a unos veinte metros de la orilla, les obligó a lanzarse al agua.«Aseguraron que les amenazó con un cuchillo», relatan desde el Instituto Armado.
«Llegaron de madrugada, aún estaba oscuro y desconocían el terreno; encallaron en una plataforma de basalto con forma de `u´ invertida y pensaron que estaban cerca de la orilla, cuando comenzaron a caminar se hundieron; no sabían nadar, y los que quedaban dentro, muy nerviosos, no paraban de moverse», contaba entonces a este periódico Juan Ortega Machín, jefe del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil.
Ahora, Said ha sido condenado a seis años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y a penas de un año por cada uno de los diez delitos de homicidio por imprudencia grave de los que se le acusa.
Según la sentencia, el patrón obligó a los indocumentados a lanzarse al agua «sin tomar en consideración el evidente riesgo que suponía para su vida y sin cerciorarse de que hacían pie para que pudieran llegar a la playa».
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