ROSABEL ARGOTE | AYUDA AL REFUGIADO

«En todas las culturas se debe ser honrado»

Periodista de formación, estudia la influencia de las diferencias culturales en el entorno laboral

El Correo, 06-04-2008

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) es un organismo que acoge, asesora y orienta a los inmigrantes que llegan solicitando asilo. La tarea de Rosabel Argote en CEAR – Euskadi consiste en realizar estudios sobre las diferencias de valores culturales entre personas de distintos orígenes y sobre cómo influyen en el entorno laboral.

– ¿Surgen problemas en las empresas que integran a inmigrantes?

– Como en todas. Por eso a veces hacemos tareas de intermediación. Nos llaman, por ejemplo, porque tienen problemas con la puntualidad o porque no asumen responsabilidades.

– ¿Y ustedes qué hacen?

– Ver cuáles de los conflictos que surgen con personas extranjeras tienen que ver con cuestiones culturales.

– ¿Se trata de distinguir el carácter personal de lo cultural?

– Dividimos los comportamientos en tres tipos: universales, toda la gente llora; particulares, quien es vago lo es de todas formas, y culturales, los que se pueden aprehender y fomentan la convivencia pacífica.

– ¿Un ejemplo de estos últimos?

– La percepción del tiempo, en relación con la puntualidad.

– ¿Que sociedad es la más puntual?

– En la nuestra, la unidad básica es el minuto y, si tenemos una cita y llegamos un minuto tarde, no importa, pero quince es una espera larga. Pero imaginemos que las cosas se ponen difíciles y tenemos que emigrar a un país en el que la unidad de medida es el segundo. Llegamos como emigrantes, con muchas ganas de trabajar y hacerlo bien y nos dicen que el horario de trabajo empieza a las 8.00.00. El primer día llegamos a las 8 y 20 segundos; nos llaman de dirección y nos dicen que hemos llegado tarde. Al día siguiente, llegamos a las 8 menos 10 segundos, y los compañeros se molestan porque llegamos muy pronto y boicoteamos sus reivindicaciones. Si nos llamaran la atención por eso, pensaríamos que es absurdo, pero tendríamos que aprender a llegar a las 8.00.00.

– ¿En qué país sucede eso?

– Aún no hay cultura alguna que tenga como unidad básica el segundo, pero con los avances de la tecnología es posible que llegue a suceder. Sí existen, no obstante, culturas en las que la unidad es la hora, e incluso el día. Para una persona de ésas, quince minutos no es nada porque en su país uno puede llegar a una cita al día siguiente.

– ¿Dónde?

– En algunos países latinoamericanos. No nos gusta concretar porque se refuerzan los estereotipos. El año pasado en Colombia se inició una campaña publicitaria en pro de la puntualidad porque, en los sistemas productivos basados en maquinaria con tiempos muy marcados, la impuntualidad produce graves problemas.

– ¿Qué otros choques culturales se producen?

– Por el concepto del trabajo. En nuestra cultura, el trabajo es eje de nuestra identidad y hablamos de gente que se siente realizada o no porque le gusta su profesión o no. Gente que se siente satisfecha porque trabaja en lo que considera lo suyo. Esa circunstancia produce diferencias: en otras culturas el trabajo no es eje de la identidad.

– ¿Produce fricciones?

– Sí, porque en la entrevista de trabajo acaso les estimulen para que trabajen de aquello en lo que se han formado. Se les intenta motivar con el argumento de que se sentirán más realizados, pero eso no funciona para todo el mundo. Debería adecuarse a las distintas culturas.

– ¿Cuál es el eje en esas otras culturas?

– Puede serlo la familia.

– ¿En qué sociedad está pensando?

– En la marroquí, por citar una. Otra diferencia es la individualidad frente a la colectividad.

– ¿Qué promovemos aquí?

– Se nos educa para ser competitivos, los mejores… Esos recursos usados con otras personas no dan resultado alguno. ¿No les interesa para nada!

– ¿Dónde se prima más la colectividad?

– En las sociedades latinoamericanas, en Asia… Pero tampoco se puede generalizar.

– ¿Investigan el concepto de propiedad privada?

– Está muy ligada a la colectividad. La propiedad privada existe en muchos lugares, pero se puede plantear si es sólamente de uno o del colectivo. Los lugares del mundo en que más se valora son Estados Unidos y Europa, pero en algunas culturas, aunque se vean como folclóricas, cuando a una persona se le cae la casa todos colaboran en levantarla. Algunas comunidades instaladas aquí, como las de Costa de Marfil y Nigeria, tienen una caja de resistencia y, cuando llega un paisano, si carece de recursos y no le pueden acoger en una casa, le proporcionan ayuda económica.

– Es emocionante.

– En todas las culturas se debe ser honrado… Tampoco hay una sociedad en la que se pueda no ser buena gente, o no ser de fiar.

– ¿Por qué chocamos entonces?

– A veces, como sucede con los marroquíes, por cómo hablan y se acercan, por cómo gritan; desconfiamos, parece que siempre están maquinando, pero eso no significa que sean poco de fiar ni confabuladores.

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