El crimen organizado se asienta con fuerza en Álava

Diario de noticias de Alava, axier burdain, 05-04-2008

Los métodos para obtener datos con los que copiar tarjetas de crédito han experimentado una gran evolución

vitoria. Son certeras, profesionales y extremadamente lucrativas para sus integrantes. La presencia de bandas organizadas que actúan dentro del territorio alavés constituye “una preocupación creciente” para las distintas instancias dedicadas a la persecución de delitos. Según consta en la memoria anual presentada por la Fiscalía de Álava, a la que ha tenido acceso en exclusiva DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, actualmente existen diversos grupos criminales que desarrollan su actividad en nuestro entorno y cuya huella tiene forma de robos a viviendas, atracos a bancos, robos de furgonetas, duplicado de tarjetas de crédito, estafas mediante cheques falsos, la difusión de billetes falsos o el timo de los papeles tintados wash & wash entre otras especialidades.

El documento aportado por la Fiscalía señala, a la hora de definir con exactitud el crimen organizado, que las bandas presentan como características principales la colaboración entre dos o más personas, el reparto específico de tareas, un periodo de actuación prolongado o indefinido, jerarquía, disciplina o control interno, sospecha de haber cometido delitos graves, actividad a nivel internacional, empleo de la violencia o de la intimidación, uso de estructuras comerciales o empresariales, blanqueo de dinero, empleo de influencia o corrupción y, por último, persecución de beneficios y poder.

No todo vale a la hora de crear un grupo dedicado al crimen organizado. Así, el fiscal destaca el empleo de personal experto, la sofisticación cuando las operaciones requieren de la aplicación de técnicas o metodologías complejas – comunicaciones, destrezas en el manejo de fondos, aplicación de medios para penetrar en las funciones políticas, judiciales o policiales – y, finalmente, aislamiento para evitar ser detenidos o procesados, meta que se alcanza a través de subordinados, tapaderas “e incluso el uso de la corrupción en los entes estatales de Justicia, en busca del proteccionismo sobre su persona”, señala la Fiscalía.

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Robos en viviendas

A lo largo del año 2007, dentro del territorio alavés se ha detectado un incremento de la actividad de bandas organizadas dedicadas al robo en viviendas unifamiliares o aisladas en el campo derivado de la tendencia a la construcción de urbanizaciones de chalés adosados, sobre todo en la periferia de los grandes núcleos de población.

Uno de los máximos exponentes de esta variante estuvo relacionada con la detención el pasado año por parte de la Ertzaintza de un individuo de nacionalidad argelina que presentaba gran cantidad de antecedentes por robos con fuerza en viviendas. Era considerado integrante de un grupo organizado cuyos miembros habían sido detenidos e imputados por delitos de asaltos a chalets en zonas rurales de toda la CAV.

Al parecer, su base de operaciones estaba ubicada en Bilbao, desde donde se desplazaba a los lugares en que ejecutaba sus golpes. En el registro llevado a cabo en su domicilio, la Policía autonómica se incautó de gran cantidad de objetos provenientes de anteriores robos.

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Atracos a bancos

Uno de los golpes más sonados a bandas especializadas en atracos a bancos lo asestó en 2007 la Ertzaintza con la desarticulación de un grupo conocido como la banda de los pinganillos . El nombre deriva del modus operandi de sus integrantes, que empleaban aparatos electrónicos de comunicación para ejecutar con gran precisión sus fechorías. “Por su modus operandi se les imputaron un total de cuatro atracos en entidades bancarias del País Vasco, de las cuales dos estaban ubicadas en Vitoria”, recuerda la memoria de la Fiscalía.

Según determinó la Policía autonómica, el grupo estaba compuesto por tres españoles, de los cuales dos habían sido miembros de cuerpos de seguridad. Además de emplear intercomunicadores, sus miembros se caracterizaban para los atracos con barbas, bigotes postizos y gafas. Ello les permitía mantener el anonimato durante sus largas operaciones que, en algunos casos, llegaron a durar hasta 35 minutos.

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Sustracción de furgonetas

Durante el año 2007, la Fiscalía alavesa detectó un repunte llamativo de la sustracción de furgonetas preparadas para actividades de camping. Como consecuencia de las investigaciones desarrolladas por la Ertzaintza, se pudo arrestar a dos personas de nacionalidad croata como presuntos responsables de los robos e incluso algunos de los dueños de los vehículos consiguieron recuperarlos. “Las bandas que se dedican a este tipo de actividad, se caracterizan por estar compuestas por extranjeros que portan documentación falsa, con gran movilidad y que hacen uso de placas de matrícula falsificadas para facilitar sus desplazamientos. Con posterioridad, modifican el número de bastidor para hacer más difícil su localización”, detalla el fiscal.

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Duplicado de tarjetas

Este delito, conocido como Skiming , consiste en manipular cajeros automáticos para el duplicado o copia de tarjetas de crédito de los usuarios, todo ello sin sustraerlas a sus titulares. En los últimos años se ha confirmado una evolución en los métodos utilizados para la copia. En un primer momento se utilizaba un lector de bandas magnéticas y una microcámara normalmente colocada en la parte superior del cajero, pero ahora el sistema se ha sofisticado de manera notable.

Ahora se emplean lectores de bandas magnéticas que se adosan a las ranuras por las que se introducen las tarjetas y un falso teclado con una tarjeta de memoria acoplada. De esta manera, al introducir la tarjeta de crédito en el cajero, la memoria acoplada al teclado lee los datos y recoge el código PIN de la misma.

Una vez recogidos los dispositivos con toda la información, la misma se vuelca en ordenadores portátiles para crear copias con las que realizar extracciones de dinero. Las mismas se efectúan en otros puntos de la geografía nacional, normalmente de noche e intentando realizar las máximas extracciones en el mínimo tiempo posible. “En cuanto a los autores, en años anteriores se había detectado que se trataba de personas de nacionalidad rumana y búlgara. A lo largo del año 2007 se ha limitado a personas de nacionalidad rumana que actúan en todo el territorio nacional”, apunta la memoria.

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Cheques falsificados

El modus operandi es simple. En primer lugar, se sustraen las sacas con correspondencia procedentes de buzones ubicados en zonas industriales, lo que garantiza el robo de los talones bancarios de las empresas. Posteriormente, se traslada a Madrid el botín y se procede a la manipulación de los cheques, modificando la cantidad o la identidad de la persona contra la que se libran, así como de documentos de identidad sustraídos con anterioridad.

Finalmente, se acude a varias entidades bancarias haciendo efectivos los talones manipulados. Para ello se suele utilizar a personas ajenas al grupo, con el fin de impedir la localización de la banda si el pago resulta frustrado o cuando se abren las correspondientes investigaciones. Según alerta el fiscal, “por los datos que se han manejado a lo largo del año 2007, se ha detectado que se trata de individuos de nacionalidad española con implantación en todo el territorio nacional”.

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Billetes falsos

En este apartado se ha detectado un único caso de distribución de billetes falsos de 100 euros, sin que por el momento se haya podido precisar si la persona detenida tenía relación directa con alguna organización dedicada a este tipo de prácticas delictivas.

acto VII

El timo de los ‘wash & wash’

Dentro del territorio alavés, la Fiscalía ha confirmado durante 2007 la actuación de dos bandas distintas con sede en Madrid e integradas por personas de origen centroafricano. Esta modalidad delictiva consiste en hacer creer a la víctima, habitualmente un pequeño empresario, que se puede convertir una gran cantidad de dinero tintado que poseería la banda de procedencia de algún país africano. A la víctima se le ofrece una sustanciosa comisión por su colaboración.

Tras ofrecer una demostración en la que se convertían papeles tintados en dinero legal mediante un procedimiento de lavado – de ahí la denominación de wash & wash – ante la víctima, se le pedía un adelanto sobre el valor del negocio. “Los detenidos por estas operaciones eran de origen camerunés y de Costa de Marfil y proporcionarios de domicilios en Francia, Italia y Madrid”, explica el balance anual de la Fiscalía.

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