Un hombre asesina a su ex esposae intenta suicidarse con raticida
La cosió a puñaladas en la puerta de su trabajo en San Sebastián de los Reyes
La Razón, , 03-04-2008Luis Boullosa
Madrid – Johnny O. V. «Vago e inservible para el trabajo». Así lo definían sus últimos empleadores para los que trabajaba lavando coches y que no dudaron en despedirlo ante su inoperancia. Asesino, en todo caso y pese a carecer de antecedentes, como quedó demostrado cuando ayer, en la madrileña localidad de San Sebastián de Los Reyes, cosió a puñaladas a su mujer, María Eugenia B.G., de 37 años. Deja huérfano de madre al hijo de cinco años que ambos tenían y a otro de 17, fruto de una relación anterior. Y suma un dígito más a la lista negra de la violencia de género en la Comunidad de Madrid.
Líquido tóxico y raticida
Es también, como tantos otros asesinos de mujeres, un suicida con poco empeño y mucha menos pericia de la que demostró finiquitando a la persona con quien había construido una vida lejos de su Colombia natal y de la que posteriormente se había separado: al parecer, intentó suicidarse tras el horrendo asesinato, ingiriendo líquidos tóxicos y raticida. Vivió para contarlo, sin embargo, y se encontraba ayer internado en el hospital de La Paz. Ambos eran colombianos y tenían regularizada su situación en España.
Todo sucedió sobre las nueve menos cuarto de la mañana, en la misma puerta del lugar donde trabajaba la mujer, una nave industrial dentro de un enorme polígono en la que se confeccionaban bordados y estampados. Al parecer, el asesino se presentó en el lugar, requirió la presencia de la víctima y cuando ella salió a la calle le asestó nueve puñaladas consecutivas que acabaron con su vida. Posteriormente huyó, aunque aquí las versiones difieren. Algunos afirman que abandonó el Opel Corsa rojo en el que había llegado y huyó a pie. Otros dicen que se fue en el vehículo, encontrado más tarde. Fuere como fuere, el individuo era detenido muy poco después, en las inmediaciones del colegio Brains de la vecina localidad de Alcobendas y trasladado al centro hospitalario al presentar síntomas de intoxicación grave. En el Corsa se encontró un recipiente con líquido y una caja de raticida, con lo que se especula con un intento de suicidio.
Los trabajadores de las naves cercanas al lugar de la muerte confirmaron que la mujer había intentado, no hace mucho aún, ayudar a que el que acabaría asesinándola enderezase el rumbo de su vida. Por recomendación suya, Leopoldo, un empresario que posee un taller de reparación de coches de lujo, le dio empleo.
No duró más que quince días aunque, vista su ineptitud, dice el empleador, «por mí no hubiese durado ni dos, porque una cosa es hacer un favor y otra perder dinero». El Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes ha convocado un acto de homenaje a la víctima para hoy a mediodía a las puertas del Consistorio.
La Viceconsejera de Sanidad de la Comunidad, Belén Prado, presentó ayer una guía para la prevención de casos de violencia «machista». Buena falta hace para que vidas como la de María Eugenia no acaben así, de una puñalada trapera, en un charco de sangre, sobre el asfalto de un polígono.
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