Pero tenemos radio

"La corrupción sigue provocando que retiremos la cara para evitar los malos efluvios que emana, pero podremos conocer hasta los detalles más escabrosas por radio tan nuestra"

Canarias 7, Carmen Merino, 03-04-2008

No se puede decir que las cosas vayan muy por aquí. Pero el 30 de mayo tendremos, por fin, una radio pública autonómica que sin embargo, qué pena, no emitirá hasta el mes de octubre. ¿Qué cómo va a colaborar la dicha radio a resolver los verdaderos problemas que están sobre la mesa? No se sabe, pero ya se inventarán algún argumento. ¿Les pone aquel aplicado a la tele canaria y que la presentaba como instrumento útil para fortalecer la conciencia de Canarias como un solo pueblo? No se apuren. Si consideran que ese enunciado ya huele mal, de puro falso, ya se les ocurrirá otra frase de calado para intentar justificar la creación de un nuevo juguetito en manos de los gobiernos de turno.

El paro sigue subiendo, pero nuestra radio creará un puñado de escogidos y nominados puestos de trabajo.

Los precios son como un globo aerostático fuera de control, pero al menos podremos oír nuestra radio mientras nos apretamos el cinturón.

La educación es una olla a presión y la huelga va a dejar de nuevo a nuestros hijos sin escuela, pero les podemos poner a escuchar nuestra radio y que les examinen sobre sus bonitos programas a final de curso.

Las listas de espera continúan estancadas y en algunos servicios hospitalarios – como el de Cardiología del Hospital Universitario de Tenerife – dicen que los pacientes caen como moscas, pero ante el sufrimiento, la impotencia y el dolor nuestra radio siempre será una grata compañía.

La crisis de la construcción y la incertidumbre turística mantienen a los agentes económicos de todos los sectores en un ¡ay!, pero siempre podrán expresar su preocupación y pedir cuidados paliativos a través de las ondas de nuestra radio.

La corrupción sigue provocando que retiremos la cara para evitar los malos efluvios que emana, pero podremos conocer hasta los detalles más escabrosas por radio tan nuestra.

El Parlamento es una jaula de grillos en la que el debate de los asuntos de los ciudadanos ocupan un décimo plano, pero radio tan nuestra no dejará de denunciarlo.

La vivienda se convierte cada día más en un imposible metafísico pese a las humanitarias ayudas de las administraciones, pero ¿quién dice que no podamos comprarnos al menos un sencillo y asequible transistor para oír nuestra radio.

El tomate y el plátano viven momentos complicados, pero si el agricultor se queda mano sobre mano tendrá a nuestra radio como impagable compañía.

Las muertes en el mar debidas a la inmigración irregular vía cayucos y pateras no remite, pero nuestra radio siempre estará ahí para transmitir la noticia y la condolencia. Las mujeres siguen cayendo víctimas de los asesinos de géneros, pero nuestra radio siempre estará ahí para transmitir la noticia y la condolencia.

Ya ven cuánto puede solucionar una simple radio autonómica. Les regalo un montón de argumentos para justificarla.

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