Las máximas autoridades de Georgia sostienen desde el año pasado que el estado se ha convertido en un puente para el tráfico de personas, desde la frontera sur hacia otros estados de la unión americana. El reciente descubrimiento por parte de la Policía de dos camionetas repletas de inmigrantes indocumentados confirma esa posición.

El 18 de febrero pasado, un agente de policía del condado de Gwinnett detuvo una camioneta para entregarle una multa al conductor, por llevar las ventanas de dicho automóvil más oscuras de lo permitido.

El oficial cumpliendo con el procedimiento observó hacia el interior del automotor, y fue ahí cuando descubrió que iba llena de indocumentados. De inmediato, informó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). En total fueron 14 personas las detenidas.

Menos de un mes después, el 17 de marzo pasado, la historia se repitió. Un agente policial que hacía un patrullaje de rutina sobre la autopista interestatal 85, que conecta con varios estados, observó otra camioneta con vidrios demasiado oscuros.

Tras ordenarle alto para multarlo, se percató de que había demasiado movimiento al interior de la misma. De inmediato llamó refuerzos y el resultado fue sorprendente: 20 inmigrantes indocumentados, incluyendo tres niños y cinco mujeres, yacían tirados uno sobre otro en el piso de la camioneta, trataban de no ser vistos, pero su intento fue en vano. Aunque el ICE no reveló los nombres de los detenidos, informaron que hay cuatro salvadoreños, siete hondureños, tres guatemaltecos y seis mexicanos.