El reputado chef tailandés Kittichai desembarca en Barcelona creando la carta del flamante Murmuri

Tai directo del Soho

La Vanguardia, , 31-03-2008

ANTÒNIA JUSTÍCIA – Barcelona
Comenzó con un carrito vendiendo los platos que cocinaba su madre por los barrios de Bangkok. Tenía apenas cinco años y poco podía imaginar entonces que llegaría a ocupar el puesto de chef ejecutivo del hotel Four Seasons de Bangkok. Ian Chalermkittichai, más conocido como Kittichai a secas, gracias al restaurante con el mismo nombre que puso de moda en el Soho de Manhattan, fue entonces el primer chef nacional en ocupar un puesto de esta categoría en uno de los hoteles más destacados de la capital asiática. Hoy, a sus 40 años, está considerado uno de los mejores chefs de la cocina de Tailandia, y sus platos ya se pueden degustar en Barcelona.

El desembarco de Kittichai en la ciudad ha venido de la mano del Majestic Hotel Group, que ha puesto en manos del chef tailandés la carta del restaurante Murmuri, un flamante local integrado en el nuevo hotel del mismo nombre que la familia Soldevila ha abierto en el 105 de la rambla Catalunya. “El director general del Majestic lo conoció en el 2005 y le propuso venirse”, explica Santiago Martin, jefe de marketing y comunicación del grupo. El encuentro se produjo en el marco de Cuinasia, el primer congreso europeo de cultura y cocina asiática, que se celebró en Barcelona en noviembre de aquel año y que reunió a los gurús de cada una de las especialidades de la cocina asiática que se presentaban. Kittichai fue uno de los chefs invitados como especialista en cocina tailandesa. Y fue entonces cuando se enamoró de Barcelona. “Todo lo que probaba lo encontraba excelente: las tapas, el ajo, la sal, el aceite de oliva… Es lo que más me sorprendió y lo que más me gustó. Son sabores que combinan muy bien con la cocina asiática”, cuenta el chef.

Por eso no dudó en trasladarse a Barcelona para hacerse cargo de la cocina del Murmuri hasta que esta esté viento en popa. Y su desembarco no ha venido solo. También han viajado tres cocineros más que trabajan con él en Manhattan – en la cocina necesitan traducción- para enseñar el proceso de elaboración paso a paso de una carta integrada básicamente por 25 platos y diez postres, algunos tan sugerentes como la ternera en curry verde con berenjena tailandesa y albahaca dulce o la sopa de pollo y jugo de coco fresco y setas silvestres. “Los asiáticos de Barcelona se adaptan al gusto del cliente de aquí. Yo ofrezco una cocina tradicional, auténtica”, asegura Kittichai, aunque reconoce sonriendo que está rebajada de picantes.

Kittichai cocina tailandés, y no hay sucedáneos que valgan. “Todos los productos que necesitaba son los auténticos que se utilizan en la cocina tailandesa y los he encontrado aquí y en Francia. No me lo podía creer. En Nueva York tengo más problemas”, dice el chef. ¿Y qué hay de trasladarse a Barcelona? De momento, su paso es temporal. La ciudad del otro lado del Atlántico le tiene robado el corazón, y su frío le atempera el calor de los fogones.

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