ROCÍO BLÁZQUEZ

SALAMANCA. «Acabo de matar a un mujer». Así, con esa espeluznante frialdad, se personaba en el Cuartel de la Guardia Civil de Ciudad Rodrigo como autor de la muerte ayer en esta localidad salmantina de una mujer marroquí, con la que pretendía mantener una relación sentimental. Se trata de F.M.H, un vecino de 59 años del cercano municipio de Fuenteguinaldo, quien al mediodía irrumpió en el bar «Lisboa» que regentaba la víctima, y mató a quemarropa con un disparo en la cabeza a H.A.A., de 45 años.

En el momento del suceso, la mujer se encontraba en el bar que regentaba junto a otras dos compatriotas desde hace unas semanas, cuando el asesino entró en el establecimiento portando una escopeta y ordenó a dos clientes que se encontraban en el lugar que lo abandonaran. Ante la negativa de los dos hombres, el autor les dijo «salir de aquí que os mato», por lo que ambos se marcharon inmediatamente dejando a la mujer en la barra del establecimiento, según relató uno de los clientes.

Instantes después se escuchaban dos disparos, por lo que los hombres huyeron corriendo, aunque luego uno de ellos se topó con el asesino, quien fue también visto por varios feligreses que salían de una iglesia cercana. La víctima, que era conocida por el sobrenombre de «Mina», había ejercido la prostitución junto a sus dos compañeras. En la actualidad, según apuntaron vecinos de la calle donde vivía «Mina», «se veía entrar constantemente a hombres en el piso y salir».

No era el primer intento de agresión de este hombre hacia la mujer marroquí, ya que el pasado sábado, según testigos presenciales, la intentó atropellar con su coche en otra calle del pueblo, en un barrio donde reside una importante comunidad de inmigrantes marroquíes. Aunque no logró entonces su propósito, el autor volvió a intentarlo ayer, esta vez con un resultado distinto.

Al parecer, «se había encaprichado de ella» cuando trabajaba en un club de alterne «pero ella le había rechazado y él no lo soportaba», señalaron fuentes próximas a la víctima. La asesinada estaba separada y era madre de dos niños, de 11 y 14 años. El padre de sus dos hijos es concejal del Ayuntamiento de la localidad cacereña de Robledillo de Gata, próxima a la de Ciudad Rodrigo.