san sebastián. DV. Cerca de 400 personas participaron ayer en la XI Marcha contra el Racismo y la Xenofobia organizada por SOS Racismo y Medicus Mundi, que en esta edición contó además con la adhesión de 49 asociaciones, nueve más que el año pasado. Como estaba previsto, la marcha salió de la Azoka de Trintxerpe pasadas las 11.30 horas, a pesar de las inclemencias del tiempo, y cubrió el recorrido en algo más de una hora, llegando al Boulevard donostiarra hacia las 12.30.

La lluvia acompañó a los marchistas durante todo el trayecto bajo el lema «Contra el racismo y la xenofobia. Gizarte diskriminaziorik ez!», que figuraba en la pancarta principal.

Este no fue el único de los símbolos y carteles de la marcha, entre los que destacaba una gran mano de color negro en un gesto de alto con el lema «stop al racismo» que portaba uno de los asistentes.

Además, una sirena que sonaba desde los altavoces del coche que abría la marcha daba la voz de alarma sobre la situación discriminatoria que se quería denunciar.

En el Boulevard, los participantes, entre los que había numerosos inmigrantes y miembros de las asociaciones convocantes, escucharon el comunicado leído por Agustín Unzurrunzaga, portavoz de SOS Racismo.

Unzurrunzaga se centró en criticar la discriminación a los inmigrantes , y aseguró que «las políticas sociales puestas en marcha en el tramo final de la anterior legislatura están fuertemente lastradas por componentes discriminatorios respecto a la población extranjera en general».

Igualdad de derechos

Unzurrunzaga también afirmó que este tipo de iniciativas legislativas no cumplen su objetivo «si se admite la discriminación en las leyes y si se ponen condiciones más gravosas a una parte de la población». Añadió que estas políticas son necesarias para construir sociedades más cohesionadas y, entre otras cosas, para combatir el racismo social, para lo que, dijo, «es necesario eliminar o disminuir al máximo los elementos discriminatorios en las leyes».

Acabó el comunicado reivindicando la igualdad de derechos basada en la residencia de hecho y no en el origen nacional de las personas.

Gema Hierro, de Medicus Mundi, por su parte, denunció las dificultades de los inmigrantes para acceder a prestaciones recientemente implantadas, como los 2.500 euros de ayuda por el nacimiento de un hijo o las ayudas al alquiler para jóvenes.

Tras el comunicado, el acto reivindicativo se alargó a pesar del mal tiempo, del que los asistentes pudieron abstraerse a ritmo de batucada y txalaparta, que corrió a cargo del grupo de percusión Batucada Taupada.