La ocupación ilegal de casas vacías obliga a tapiar las puertas en Ontinyent

Los vecinos de Poble Nou denuncian los peligros por la masificación de viviendas

Las Provincias, ENRIC ALBERO, 30-03-2008

La ocupación ilegal de inmuebles en el barrio de Poble Nou de Ontinyent por parte de inmigrantes ha obligado al Ayuntamiento a tapiar puertas y ventanas para evitar este extremo. El incendio que sufrió la pasada semana una vivienda de la calle en el Carrer d’Enmig puso de manifiesto la problemática existente detrás del siniestro que no es otro que el de la masificación de viviendas.

Contrariamente a lo que se pueda pensar, no existe ningún tipo de legislación que establezca un máximo de inquilinos por domicilio, lo que impide actuar a las autoridades como limitadoras de residentes por vivienda y la intervención sólo puede derivarse a partir de problemas de convivencia o higiene.

El incendio sacó a relucir un problema evidente de falta de condiciones para habitar un inmueble. La casa del Carrer d’Enmig, presuntamente ocupada por una familia de ocho rumanos, no ha sido la única en los últimos meses.

La misma Associació Veïnal de Poble Nou detectó algunos casos similares en el Carrer Santa Rosa, en el Delme, en el Carrer Teixidors o en el Carrer Sant Vicent.

En todos ellos la denuncia y la actuación posterior del Ayuntamiento para tapiar balcones y portales ha sido decisiva para evitar las ocupaciones. “El peligro viene porque igual toman la luz de un cable del alumbrado de la calle que encienden fuego dentro de la casa, pero no en una chimenea sino en mitad del suelo”, señaló un portavoz de la entidad vecinal.

El problema de la sobre ocupación de las viviendas no es únicamente de un barrio sino que se extiende por toda la ciudad, aunque desde el Ayuntamiento no se maneja ningún registro específico en este sentido. El departamento de Serveis Socials sólo actúa en el momento en que se detecta un excesivo empadronamiento de personas en una misma vivienda.

En estos casos “lo que procede es llevar a cabo una depuración del padrón, que consiste en comprobar si esas personas viven en el domicilio o por el contrario no lo hacen, han cambiado de vivienda o se han dado de baja”, añadió la fuente.

Desde entidades como Cáritas, que centran su labor social en los más desfavorecidos, se han detectado entre las personas que se atiende casos de hombres y mujeres que viven realquilados en habitaciones dentro de una misma vivienda, donde disponen de una estancia con candado y comparten algunos servicios. En el Poble Nou, la asociación de vecinos lucha para evitar el deterioro social en el barrio. Tanto es así que hace menos de un año, vecinos de las calles de Tomàs Valls y Sant Vicent recogieron firmas para pedir más seguridad en la zona.

“Hemos notado una gran mejoría, hay más vigilancia policial y esa presión repercute en una mayor tranquilidad”, apuntó el representante vecinal.

Desde el colectivo se trabaja estrechamente con el Consistorio a la hora de identificar las casas que pueden estar ocupadas. “No es fácil, porque mucha de la gente que reside en ellas sólo las utiliza para dormir y por el día no están dentro”.

En estos casos, son los propios vecinos los que dan parte al Ayuntamiento para que se averigüe quién es el propietario del inmueble y la situación en el que se encuentra.

A partir de ahí, el propietario emite la denuncia y, con una resolución judicial, la Policía ya puede entrar en la vivienda y proceder a tapiar puertas y ventanas.

“Localizar a los propietarios no es fácil, porque muchas veces viven fuera de Ontinyent. Pero creemos que es conveniente que se empleen estas medidas, que se tapien las casas abandonadas para que no sean ocupadas”, concluyeron.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)