Al menos 10 salvadoreños fallecieron en octubre pasado al hundirse la barca en que viajaban frente a las costas de Oaxaca, en México.

Autoridades ministeriales y sanitarias de México exhumaron ayer del panteón de Juchitán dos de los 10 cadáveres de salvadoreños que fallecieron en un naufragio frente a las costas de Oaxaca en octubre del año pasado.

Hemos comenzado este día la exhumación de los fallecidos en el naufragio de Oaxaca, declaró la viceministra de Relaciones Exteriores para los Salvadoreños en el Exterior, Margarita Escobar.

El plan es que estamos exhumando dos cadáveres por día, las operaciones van a ser hasta el domingo 30 (de marzo), agregó.

El proceso inició sin la presencia de autoridades salvadoreñas, sin embargo, el cónsul en Chiapas, Nelson Cuéllar Hernández, estará presente en la exhumación de los ocho cadáveres restantes.

Exactamente a las 10 de la mañana de ayer y encabezados por el regidor de Parques y Panteones del Ayuntamiento de Juchitán, Fabián Vázquez López, personal de la Procuraduría de Justicia y de la Jurisdicción Sanitaria, exhumaron los restos de Francia Maricela Ordóñez Morán y Ricardo Guerrero Hernández.

Según un documento consular enviado a Vázquez, los 10 salvadoreños identificados a través de las pruebas genéticas de ADN además de Ordóñez y Guerrero corresponden a: Lidia Noemí Reyes Campos, Araceli Gámez de Arias y Mario Enrique Ramírez Arteaga.

Así como Ana Marlene Flores, Norma Yesenia Rivera González, Salomón Antonio González Puchugua, Margarita Guevara Hernández y María Andrea Rivas López.

Los cadáveres de los migrantes serán entregados a una funeraria local para su preparación y luego enviados a un área cerrada militar del décimo ercer Regimiento de Caballería Motorizada en Ixtepec, Oaxaca, para su repatriación vía aérea.

Si no hay ningún inconveniente estarían siendo repatriados la próxima semana, manifestó la viceministra Escobar, aunque no se aventuró a dar un día específico para la entrega de los restos mortales a los familiares.

Sobre los otros tres fallecidos que se encuentran enterrados en Juchitán y que no han sido identificados como connacionales, la vicenciller aclaró: No hemos recibido más peticiones para la toma de muestras ADN de familiares aquí, así es que una posibilidad muy grande que los tres cadáveres ya no sean de salvadoreños.

Y aunque Escobar no se aventuró a dar un monto de la inversión en este proceso, según la agencia Efe, la Fiscalía oaxaqueña informó que la repatriación, que corre por cuenta del Gobierno salvadoreño, tendrá un costo superior a los $50,000.