EEUU refuerza el control aduanero en el JFK
El Periodico, , 27-03-2008Eficacia y disuasión. El Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos se aferra a esos dos argumentos para explicar el registro biométrico de las 10 huellas dactilares al que, desde el martes, tienen que someterse los extranjeros de entre 14 y 79 años que lleguen al aeropuerto JFK de Nueva York, el quinto más transitado de Estados Unidos (con 14.400 llegadas de viajeros no estadounidenses) y uno de los más utilizados por los turistas españoles.
Según la presentación que el martes las autoridades realizaron para los medios con los primeros viajeros reales grabados con las nuevas máquinas, primero se colocan cuatro dedos de la mano derecha en el aparato (cada uno de los cuales cuesta 3.000 dólares, pagados por el Gobierno federal y no por las aero –
líneas). Luego se sitúa sobre la pantalla verde el pulgar de la mano derecha. A continuación se repiten los pasos con la mano izquierda y finalmente se posa para la foto.
DUDAS SOBRE PRIVACIDAD
El proceso – – que acompaña a la entrevista por el agente de aduanas – – no toma más que unos segundos más que el que estaba en vigor desde el año 2004, cuando EEUU empezó a recopilar las huellas de los dos dedos índices de cada viajero extranjero. Y, según las autoridades – – que probarán su eficacia y lo someterán a un examen final este año antes de empezar a aplicarlo en los 311 puertos de entrada por tierra, mar y aire de todo el país – – , será más ágil cuando el viajero vuelva en ocasiones posteriores.
Los avances tecnológicos laten tras los nuevos registros, pero la ampliación del número de huellas dactilares grabadas a cada individuo no solo no elimina sino que profundiza las críticas al programa. Esas críticas provienen sobre todo de quienes se preocupan por los asuntos de privacidad, que no encuentran respuestas claras ni tranquilizadoras sobre el uso y la seguridad de la información recopilada por EEUU.
LA UNIÓN EUROPEA
Robert Mocny, director del programa US – Visit, trataba el martes de quitar peso a las críticas. “Para los que no tengan nada que ocultar, el sistema no representa ningún inconveniente, pero para los que tienen algo que esconder envía el mensaje de que deberían pensarlo antes de intentar entrar”, señalaba. Además, Mocny – – que defendía el registro biométrico asegurando que, “a diferencia de pasaportes y nombres, las huellas no se pueden falsificar” – – apuntaba a que las autoridades del Reino Unido y la Unión Europea están planteándose aplicar en un futuro cercano sistemas similares.
Para destacar la eficacia del registro biométrico, Mocny informó también de que desde el 2004 ha permitido el registro de 90 millones de huellas y ha facilitado 2.000 detenciones de “criminales”. Lo que no aclaró es cuántas de esas detenciones correspondían a supuestos terroristas. Ayer, una portavoz de su departamento desglosó los porcentajes para EL PERIÓDICO: el 40% de las detenciones corresponde a violaciones de leyes de inmigración y el 60% a otros delitos. Ante la falta de datos sobre supuestos terroristas, la portavoz explicó que el Departamento “no lleva la cuenta”.
Mocny habló también de Afganistán e Irak y de unas huellas localizadas en los restos de una bomba en Bagdad que EEUU tenía registradas. Esas huellas, sin embargo, no se grabaron en ningún aeropuerto.
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