"La crisis en el sector de la construcción podría frenar la llegada de magrebíes a Vitoria"

Diario de noticias de Alava, itsaso estarrona, 27-03-2008

vitoria. El presidente de Iniciativa Marroquí confía en que dentro de veinte años “a nadie le sorprenda o le asuste” una carnicería halal o una mezquita. Más pesimista se muestra, en cambio, respecto a los hijos de los magrebíes. A pesar de haber nacido vitorianos, “llevará tiempo dejar de considerarles inmigrantes”.

La población magrebí, en relación con el total de inmigrantes, es mucho mayor en Álava que en el resto de Euskadi. ¿Es el ‘boca a boca’ la principal causa?

Quizá el colectivo magrebí tenga más peso aquí en relación con el total de inmigrantes, pero lo cierto es que en número estamos todavía muy por debajo de otras provincias, o comunidades autónomas, como Cataluña, Valencia, Madrid y Andalucía.

Han pasado más de dos décadas desde que empezaron a llegar a Álava los primeros inmigrantes del Magreb. ¿En qué ha cambiado el escenario?

Los primeros marroquíes llegaron a Vitoria en los 70. Era un colectivo de alrededor de 30 personas y, por tanto, pasaba desapercibido. En aquella época la capital alavesa no podía ofrecer a los inmigrantes expectativas de un futuro digno. Estaban de paso, – iban hacia el Norte – . Sin embargo, hubo una minoría que se quedó por motivos de trabajo aunque, eso sí, con la idea de volver a su país de origen. A partir de mediados de los 80 empezó a crecer el número de inmigrantes. Primero se incrementó la presencia de marroquíes y, después, a raíz de los acontecimientos que vivió Argelia a principios de los 90, también creció la inmigración argelina. Actualmente el aumento no es tan espectacular, sino que se ha estabilizado.

¿A qué se debe esta estabilización?

Las ofertas de trabajo registran un aumento más lento y, por tanto, la presencia de inmigrantes también crece más despacio. La gente cambia su destino en función del mercado laboral, y actualmente en Álava no se han creado tantos puestos como para absorver toda la mano de obra que podría asentarse aquí. Es posible que la crisis en la construcción frene la llegada de magrebíes.

A los hijos de quienes llegaron hace dos décadas se les sigue considerando inmigrantes a pesar de haber nacido vitorianos…

Ocurre, en general, en toda la Unión Europea. Se les llama segunda generación , pero son hijos de este país, con los mismos derechos de un ciudadano que nació aquí. Sin embargo, parece que es difícil romper con esta tendencia.

Quizá sí a corto plazo…

Posiblemente, también a la larga, En Francia, por ejemplo, para referirse a los descendientes de inmigrantes no se habla de franceses, sino de tercera y cuarta generación.

El colectivo ha pasado desapercibido durante años; ahora, en cambio, es bien visible: carnicerías halal, nuevas mezquitas, jóvenes con hiyab… ¿Cómo se imagina Álava de aquí a veinte años?

Antes los magrebíes pasaban desapercibidos porque no venían para quedarse y, en consecuencia, no abrían negocios, ni perfeccionaban su manejo del castellano, ni ejercían todos sus derechos. Ahora, en cambio, son muchos los signos que reflejan la pluralidad de esta sociedad, porque los inmigrantes ya no piensan en volver, sino en forjar aquí sus vidas. Dentro de veinte años a nadie le asustará una carnicería halal.

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