Una deuda pagada en cuerpo y alma
El Mundo, , 26-03-2008La Federación de Mujeres Progresistas disecciona la trata de jóvenes latinoamericanas, explotadas 10 horas al día para pagar los más de 4.000 euros del viaje a España «Mira mi hermana cómo viste; y mira el apartamento que tiene…; en Colombia te hablan de España como si pusieran una planta y, en vez de salirle hojas, le salieran billetes». Este es el testimonio de una mujer colombiana más que acabó en España prostituyéndose para saldar la deuda contraída con quienes le facilitaron la entrada en nuestro país. Lo recoge un estudio realizado por la Federación de Mujeres Progresistas (FMP) sobre la trata de mujeres con fines de explotación sexual en España, que se presentó ayer, Día Europeo contra la Trata de Seres Humanos.
Así, como cuenta esa mujer colombiana, comienza un calvario que puede durar un año o toda la vida: la explotación sexual para pagar el supuesto pasaje a la riqueza, que muchas veces ni siquiera les hace sentirse víctimas, sino simples deudoras, según denunciaba ayer Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación.
El trabajo, centrado en la trata de latinoamericanas en España, está basado en las entrevistas a 71 mujeres explotadas – algunas de las cuales siguen prostituyéndose tras saldar su deuda – y completado con datos de Policía y Guardia Civil.
La deuda incluye: el billete de avión, el dinero en efectivo necesario para entrar como turistas, la ropa que les compran para aparentar que lo son (vienen aleccionadas para entrar como tales) y la recogida en España. Una vez aquí, son informadas de cómo van a saldar su deuda, víctimas del proxenetismo.
Al final, en función de si la hacen ejercer la prostitución en un club de alterne (un 43%), la calle (un 25%), un piso (el 24%), una sauna (2%) u otros lugares (un 4%), la deuda total oscila entre los 4.000 y los 6.000 euros.
La mitad de las mujeres entrevistadas tardó en devolver el dinero un máximo de seis meses; un 14% requirió hasta un año y un 25,7%, entre uno y tres años.
Cinco servicios al día
Hablemos de medias. Según el estudio, estas mujeres hacen unos cinco servicios al día, cada uno a un precio de 41 euros (60 euros en saunas y 31 en la calle). Son explotadas seis días por semana y unas 10 horas cada día (11 en un club y nueve en la calle). En el caso de los clubes, donde acaba la mayoría, éstos se llevan el 40% del dinero obtenido por las mujeres. Además, las mujeres tienen que pagar entre 20 y 60 euros al día por alojamiento y manutención, más una serie de servicios, tales como el médico, la ropa, la peluquería…; hasta las sábanas y los preservativos.
El drama de estas mujeres es aún mayor en tanto que vienen para mantener a sus familias en su país de origen. La mitad de ellas se reconoce la principal fuente de ingresos en su familia. La pobreza y la «feminización de las responsabilidades familiares» están detrás de esa necesidad de emigrar.
Una vez saldada la deuda – a diferencia de las explotadas de Europa del Este y Africa, las latinoamericanas «quedan libres» – , muchas siguen prostituyéndose porque ni tienen papeles ni saben cómo conseguir trabajo ni conocen la legislación, observa el estudio.
Por eso, la FMP pide al Gobierno que adopte ya la Directiva europea de 2004 que prevé la expedición de un permiso de residencia a las víctimas de la trata de seres humanos. Además, urge al Ejecutivo a aprobar «de una vez» el Plan de Acción Nacional contra la Trata que anunció hace dos años y que se encuentra, tras el trabajo de la pasada legislatura, estancado en la elaboración de un borrador.
Según la Guardia Civil, unas 20.000 mujeres al año son víctimas de la trata y la explotación sexual en España. El 58,59% de las mujeres identificadas en clubes de carretera en 2006 provenían de Latinoamérica: la mayoría de Brasil, Colombia y República Dominicana. Bolivia se consolida como país de tránsito, ya que allí es más fácil conseguir el visado de turista.
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