Varios vecinos de Poio (Pontevedra) han destrozado el coche del alcalde, el Luciano Sobral, que además ha tenido que abandonar el pleno municipal de este martes escoltado por la Guardia Civil. El motivo de los incidentes, que se han producido a última hora del martes y han continuado hasta la madrugada del miércoles, es el realojo de varias familias de etnia gitana del poblado chabolista de O Vao.

Sobral ha dejado el ayuntamiento escoltado por las fuerzas de seguridad hora y media después de la conclusión de un pleno polémico por la presencia dentro y fuera del edificio de los vecinos del barrio pontevedrés de Monte Porreiro y la parroquia de Caritel (Ponte Caldelas) que protestaban contra los realojos. Los vecinos habían acudido al pleno para exigir que se les garantizara, por escrito, que las familias del Vao no van a regresar al barrio de Monte Porreiro. Y los vecinos de Caritel exigían que la Vicepresidencia de la Xunta dialogue con ellos para trasladar a las dos familias que actualmente continúan residiendo en esta parroquia de Ponte Caldelas.

Los ánimos de los vecinos se fueron calentando a la conclusión del pleno. La gente que allí esperaba impidió con sus gritos y presencia la salida tanto del alcalde como los concejales del Gobierno, de BNG y PSOE. Pero los incidentes se agravaron cuando un grupo de personas causaron grandes desperfectos en el vehículo del alcalde, pinchando las ruedas y destrozando la carrocería.

Hora y media después de los incidentes Guardia Civil ha acompañado al regidor hasta su domicilio. El viaje desde la casa consistorial ha estado marcado de nuevo de incidentes. Centenares de vecinos han acompañado al vehículo y lo han zarandeado a la vez que proferían insultos y gritos. Al balance final de desperfectos hay que sumar también varias jardineras rotas y daños en el mobiliario urbano cercano al Ayuntamiento.