ECONOMÍA

Los inmigrantes copan más de la mitad de los nuevos empleos, pese a la crisis

Los trabajadores extranjeros acapararon durante el último año el 55% de las ocupaciones creadas, aunque su paro crece a un ritmo elevado

El Correo, 25-03-2008

La incipiente crisis que vive la economía española en la creación de empleo no parece afectar a los inmigrantes, cuya afiliación a la Seguridad Social sigue creciendo a buen ritmo, según los datos del Ministerio de Trabajo. En concreto, durante el mes de febrero ocuparon 37.500 empleos de los 65.100 creados, lo que representa el 58%, cifra similar al 55% de los últimos 12 meses. Esta aparente situación de dinamismo contrasta, sin embargo, con el fuerte crecimiento del paro en este segmento de la población, a un ritmo superior al 50% anual, y muy por encima del alza entre los trabajadores autóctonos. La tasa de desocupación es del 12,5%, frente al 8,6% nacional.

En la comunidad autónoma vasca la participación de los extranjeros en la generación de actividad es bastante más moderada, pese a que los inmigrantes crecen en su territorio a un ritmo que dobla la media nacional (19,8%anual frente al 8,8%). Así, en el mes de febrero, los 1.216 nuevos cotizantes al sistema representaron el 33% del incremento de afiliados, y en el último año protagonizaron el 40% de las ocupaciones generadas.

El balance conjunto de los dos primeros meses del año es mucho más espectacular. Los trabajadores inmigrantes son los que han permitido crecer la afiliación al organismo, con 60.200 nuevos miembros, mientras que el conjunto del sistema arroja una caída de 19.600. Y algo similar ocurre en la comunidad autónoma vasca, donde su número ha aumentado en 2.800 ocupados, frente a una destrucción de 100 puestos en su ámbito geográfico.

Crisis en construcción

Al acabar el mes de febrero había en España 2.041.300 extranjeros con trabajo cotizantes a la Seguridad Social, que representan el 10,6% del conjunto del sistema. En el País Vasco, la cifra era de 49.821, el 5,1% del total de afiliados, aún por debajo de la mitad de la media española pese al fuerte incremento de los últimos años.

El aumento del paro entre los inmigrantes revela que no son inmunes a los efectos de la ralentización económica ni a la crisis del sector del ladrillo, donde su presencia es muy destacada, en especial en la construcción. En los últimos doce meses, esta actividad ha perdido más 16.000 trabajadores extranjeros, que alcanzaban al acabar febrero 377.000, sin contar los 54.000 del régimen autónomos. En Euskadi, por el contrario, su cifra creció en más de 600 personas, hasta sumar 8.680, a los que hay que añadir 2.410 autónomos.

La presencia de los inmigrantes en empleos de mayor penosidad y de menor especialización, a los que los trabajadores autóctonos recurren sólo en último extremo, explican en buena medida su ‘éxito’ a la hora de encontrar un puesto de trabajo, incluso cuando se destruyen de manera generalizada, como sucedió en enero. Los sectores de la hostelería, la reparación de vehículos a motor, el transporte, almacenamiento y telecomunicaciones, así como los servicios sociales son, según los datos de la Seguridad Social, las actividades que de forma más intensa están dando el relevo a la caída de ocupación en la construcción y en el área de empleados de hogar.

La evolución a la baja de éste último sector, sin embargo, se debe a circunstancias especiales, que tienen su origen en el proceso de regularización de hace tres años. Una vez conseguidos los ‘papeles’ por medio de un contrato en el hogar, muchas inmigrantes cambian de actividad.

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