En un momento crucial de la campaña y cuando Barack Obama parecía perder apoyos tras las declaraciones incendiarias de su pastor, el senador de Illinois ha vuelto a respirar al contar con el apoyo de su ex rival y prominente líder demócrata: Bill Richardson.

El gobernador de Nuevo México, que también aspiró a habitar la Casa Blanca, hizo pública su decisión en un mitin en Oregon. «Es un hombre extraordinario y será un gran e histórico presidente».

Richardson quiso elogiar el discurso que pronunció Obama esta semana sobre el racismo en Estados Unidos, cuando abogó por superar las tensiones raciales del pasado.

Este respaldo resulta realmente decisivo para el aspirante afroamericano, ya que se trata del único gobernador de origen hispano del país. Este dato ha hecho que tanto Obama como Clinton – que hasta el momento ha gozado del beneplácito de los latinos – buscasen en Richardson un aliado. Finalmente, el senador de Illinois se ha ganado su apoyo y esto puede acabar por decantar la candidatura demócrata.