Un inmigrante rumano de 39 años de edad falleció la madrugada de ayer en Los Navalucillos, una localidad de Toledo. Su muerte se produjo como consecuencia de la inhalación del gas butano mientras dormía, procedente de una estufa que tenía en su habitación.

El suceso ocurrió en una vivienda situada en el número 65 de la calle de la Raya de esta localidad de 3.000 habitantes que el fallecido había alquilado junto a otros compatriotas.

Este grupo de inmigrantes rumanos había acudido a este pueblo de Toledo para trabajar como temporeros en las tareas agrícolas o como obreros de la construcción. El fallecido decidió marcharse a dormir a su habitación con una estufa encendida que colocó junto a la cama y que acabó arrebatándole la vida por un problema de deficiente combustión.

Según declaraciones del alcalde de los Navalucillos, José Ángel Pérez, «Cerró la puerta y se asfixió mientras dormía». Pérez además añade que «a sus compañeros, por fortuna, no les pasó nada porque dormían en otras habitaciones». La desgracia podría haber sido peor si hubieran compartido habitación.

Fueron los compañeros de piso del fallecido los que lo encontraron sin vida a primera hora de la mañana de ayer y quienes avisaron al servicio de emergencias 112, que nada pudo hacer finalmente, por reanimarlo. Según sus vecinos, la víctima y los demás inmigrantes se encontraban actualmente «buscando trabajo».