Obama condena con dureza los polémicos sermones de su pastor sobre el racismo
Diario Vasco, 19-03-2008WASHINGTON.DV. El senador demócrata Barack Obama habló ayer sin tapujos de las tensiones raciales en EE UU, en un discurso en el que condenó con dureza los polémicos comentarios de su ex pastor, que según los expertos todavía pueden hundir su campaña. El aspirante afroamericano a la Casa Blanca se vio forzado a abordar uno de los temas más delicados en la escena política estadounidense después de que saliesen a la luz algunos polémicos fragmentos de los sermones y discursos de Jeremiah Wright, el pastor que durante casi dos décadas guió la vida espiritual de Obama.
«Este país se fundó y está dirigido según un principio racista (…) Creemos en la superioridad blanca y en la inferioridad negra (…) más que en el propio Dios», manifestó en 2006 Wright, que pronunció recientemente su último sermón y planea jubilarse. Tres años antes, en 2003, había animado a los negros a maldecir a EE UU, un país que, dijo entonces, «dispensa a sus ciudadanos un trato inferior al humano».
Obama criticó ayer los comentarios fuente de la controversia, al señalar que están «profundamente distorsionados» y que presentan a EEUU como un país con un racismo endémico y elevan todo lo que es negativo sobre lo positivo.
Aun así, se negó a renegar de Wright, un hombre que, dijo, forma parte de su familia. «No puedo renegar de él más que de mi abuela blanca, una mujer que ayudó a criarme, una mujer que se sacrificó una y otra vez por mí (…) pero una mujer que en más de una ocasión ha utilizado estereotipos raciales o étnicos que me avergüenzan», explicó.
«El país ha mejorado»
Obama explicó, además, que Wright se crió en un Estados Unidos profundamente racista, en el que la segregación estaba legalizada y que prohibía a los negros el acceso a una educación de calidad y a una vivienda y un trabajo dignos. Reconoció, de todos modos, que muchas de esas tensiones perviven y que existe un profundo resentimiento, a menudo solapado, entre blancos y negros muchas veces solapado.
Insistió, de todos modos, en que la situación ha mejorado y puede seguir mejorando. «Nunca he sido tan ingenuo como para creer que podemos superar estas divisiones raciales en un ciclo electoral o con una sola candidatura», afirmó. «Pero he expresado una firme convicción, una convicción arraigada en mi fe en Dios y en el pueblo estadounidense, en que si trabajamos juntos podemos curar algunas de las heridas raciales y, de hecho, no nos queda otra opción si queremos avanzar hacia una unión más perfecta», añadió.
Los expertos calificaron el discurso de Obama de valiente pero, también, arriesgado. «Habló del problema racial de una forma muy directa, algo inesperado», consideró Charlton McIlwain, profesor de la Universidad de Nueva York, quien cree que al ser tan explícito sobre el racismo Obama podría alejar a algunos votantes blancos. A su juicio, la clave ahora será ver cuál es la cobertura mediática de la polémica sobre Wright.
Otros analistas consideran que el emotiv o discurso de Obama es «el más importante» desde aquel histórico en el que Martin Luther KIng pronunció la frase «he tenido un sueño». Algunos seguidores del candidato llegaron a llorar mientras escuchaban a su líder.
Richard Parker, profesor de la Universidad de Harvard, señaló que Obama pronunció un discurso «brillante» y fue valiente al no tratar de negar que hay un problema real. En su opinión, el senador también hizo lo acertado al condenar las palabras del pastor de Chicago pero no renegar de él.
«Necesita a los votantes negros», explicó Parker, quien dijo que de haber renunciado completamente a su relación con Wright, podía haber dado la imagen de cobarde y perder muchos de los votos que necesita en Pensilvania, el estado que eligió ayer Obama para pronunciar su discurso.
Con 158 delegados y 29 «superdelegados» (altos cargos del partido y otros funcionarios) en juego, Pensilvania celebra en abril la más importante de todas las primarias pendientes. Unos buenos resultados en ese estado podrían dar el impulso necesario a Obama para lograr una ventaja significativa frente a su rival, la senadora demócrata Hillary Clinton. EFE
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