La Guardia Civil de Ceuta dice afrontar con «tranquilidad» la investigación de la Fiscalía
Fuentes de la Comandancia ceutí aseguran que los hechos están grabados por las cámaras de seguridad del perímetro fronterizo
Diario Sur,
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18-03-2008
La Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta afronta con «tranquilidad» la investigación que ha
ordenado la Fiscalía General del Estado sobre la actuación de tres de sus agentes. Según la denuncia, los guardias civiles pincharon los salvavidas de cuatro inmigrantes a quienes interceptaron en el mar. Uno de ellos pereció ahogado.Según fuentes de la Comandancia de Ceuta, lo ocurrido está «grabado» por las cámaras de seguridad del perímetro fronterizo que separa Ceuta de Marruecos. Además, aseguran, que este caso ya fue juzgado en Ceuta a raíz de una denuncia presentada por una ONG y que las diligencias se archivaron.
Los hechos ocurrieron el pasado 25 de septiembre por la noche frente a las costas de Ceuta, cuando una embarcación de la Guardia Civil, con tres agentes, interceptó a cuatro subsaharianos – tres hombres y una mujer – que intentaban acceder a nado a la ciudad, procedentes de Marruecos.
Según la Fiscalía, los agentes detuvieron a los inmigrantes, les esposaron y volvieron con ellos a aguas marroquíes, donde a unos cien metros de la costa les empujaron al agua y les pincharon con un cuchillo los salvavidas que llevaban.
Los guardias civiles de ASIGC – profesional afirman que los agentes de Ceuta «no pinchan los salvavidas de los inmigrantes subsaharianos». «En el caso del inmigrante ahogado, se dio aviso a la patrullera para que controlara la llegada del subsahariano a la costa, y proceder a su detención y su vuelta al suelo marroquí a través del paso fronterizo», explican.
Normalmente los subsaharianos no saben nadar, y suelen ser transportados por marroquíes o argelinos nadadores, que empujan la goma o flotador con el subsahariano dentro, apuntan desde ASIGC – profesional. «Si son detectados por la Guardia Civil, el nadador que pretender introducirlos, vuelve a su país nadando y deja al subsahariano flotando, no muy lejos de la costa, quedando a su suerte, mientras es vigilado por la Guardia Civil hasta poder alcanzarlo y detenerlo», argumentan.
«En el caso que nos ocupa, lo que pudo ocurrir es que el subsahariano perdiera el equilibrio o el flotador, y al no saber nadar se empezara a ahogar, siendo auxiliado por los guardias civiles, aún cuando falleciera posteriormente». Una actuación que habría quedado grabada por el puesto de vigilancia conocido como grada 20, desde donde, con cámaras térmicas, señalan.
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