CEUTA. La Delegación del Gobierno en Ceuta aseguró ayer que la actuación de los tres guardias civiles investigados por la muerte de un inmigrante, que supuestamente se ahogó cuando le pincharon el flotador, fue «ajustada a derecho, escrupulosa y humanitaria».

La investigación se abrió por unos hechos ocurridos en septiembre de 2007 frente a la costa ceutí, cuando una embarcación de la Guardia Civil, con tres agentes, interceptó a cuatro subsaharianos que intentaban acceder a nado a la ciudad, procedentes de Marruecos.

Según la denuncia, presentada por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), los agentes detuvieron a los inmigrantes, les esposaron y volvieron con ellos a aguas marroquíes, donde a unos cien metros de la costa les empujaron al agua y les pincharon con un cuchillo los salvavidas.

Clemente Cerdeira, jefe del Gabinete Técnico de la Delegación del Gobierno, informó de que la evidencia principal «es la grabación de las imágenes por la videocámara de la zona, donde se ve claramente que no hubo nada ilegal». EFE