Tras el crimen huyó a Lérida, donde fue arrestado – La víctima había rechazado cuatro veces la proposición del agresor de que se casara con él La Policía Nacional detuvo ayer en Lérida al presunto autor del asesinato de una joven de origen magrebí en Tarragona el pasado jueves. La detención tuvo lugar a primera hora de la mañana, cuando los agentes capturaron al presunto asesino que, según los primeros indicios, tras el crimen se habría intentado refugiar en la capital ilerdense porque tenía familiares o conocidos que residen allí.

El detenido, Mohammed B., también marroquí y de la misma edad de la víctima, 27 años, pasará esta mañana a disposición judicial en Tarragona después de que ayer se inhibiera el juzgado de guardia de Lérida. La detención fue practicada por miembros del Cuerpo Nacional de Policía tanto de Lérida como de Tarragona, ciudad en la que se produjo el crimen, y fue consecuencia de una investigación conjunta llevada a cabo en ambas demarcaciones.

El joven detenido está acusado de apuñalar mortalmente el jueves por la noche a una joven compatriota suya, Sanaa H., cuando ésta salía del locutorio donde trabajaba en el barrio tarraconense de la Floresta. Según algunos testigos, el presunto autor del asesinato había tratado en repetidas ocasiones de mantener relaciones con la víctima, quien se negó reiteradamente.

Precisamente uno de los testigos más cercanos de los hechos es el hermano de la víctima, que la acompañaba en el momento del asesinato y que fue quien señaló al presunto autor de la puñalada. Otros testigos indicaron también que en el momento del crimen se oyó un fuerte grito.

La Policía no descarta ninguna hipótesis sobre el motivo del crimen. Según conocidos de la fallecida, Mohammed B. había pedido matrimonio a la víctima hasta cuatro veces, una de ellas formalmente a su familia. En un principio, la joven había aceptado, pero cambió de opinión al poco tiempo.

Tanto la víctima como su presunto asesino vivían en el barrio de la Floresta de Tarragona, muy cerca del lugar en que se produjo el asesinato. La joven residía desde hacía un año en la capital y compartía vivienda con sus hermanos, mientras trabajaba en un locutorio.