Año negro para migrantes

La Prensa Gráfica, 17-03-2008

Personas y organizaciones advierten sobre el endurecimiento de la política migratoria mexicana para 2008.

Las predicciones de Jorge Bustamante, relator de Naciones Unidas para los migrantes, se convierten en verdades. El mes pasado, el investigador declaró que veía a 2008 como un año negro para los indocumentados que viajan a Estados Unidos, principalmente para los centroamericanos que necesitan atravesar México sin papeles.

Algunos de los defensores de los migrantes en México más reconocidos confirman con hechos esa dinámica. El sacerdote Alejandro Solalinde, defensor de los derechos de los migrantes centroamericanos en México, asegura que en Oaxaca, su zona de trabajo, el año ha empezado peor que como terminó. Ahora, los de migración están haciendo dos operativos seguidos en el tren que viene de Arriaga (Chiapas, el primer punto en México desde donde avanza la locomotora). Y cada vez, los operativos son más brutales, y en zonas más peligrosas para el migrante que trata de huir, denunció.

En todo el año pasado, migración solo realizaba un operativo en ese tren. Lo hacían una vez por semana, cuando desde que empezó 2008 tenemos hasta cuatro operativos semanales, explica Solalinde.

Karina Arias, vocera de Sin Fronteras, una de las organizaciones no gubernamentales más reconocidas en el tema migratorio, da la razón al relator de la ONU: No solo hemos notado un endurecimiento de la política migratoria mexicana, sino que seguimos con los pendientes del año pasado, como por ejemplo viendo limitado el acceso de defensores de los indocumentados a las estaciones migratorias (donde los detienen hasta deportarlos).
Más fondos a Migración

Arias apunta que el INM tiene este año el doble de presupuesto que en 2007. Y, entre las prioridades del gasto de ese dinero, el INM ha incluido compra de vehículos y contratación de agentes, pero no han destinado ni un peso al tema de derechos humanos, como capacitación de su personal, se queja.

Migración continúa también con su política de ostracismo ante los medios. Las comunicaciones no son respondidas, y ni siquiera revelan el número de agentes con el que aumentarán sus filas, las dedicadas a detener indocumentados.

De hecho, el 18 de febrero de este año, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) acusó a los agentes de migración, sobre todo a los que actúan en el sur, de ser los principales extorsionistas de los migrantes.

Hay un doble discurso en la política migratoria de nuestro país, ya que por un lado se condena los maltratos que reciben nuestros connacionales en EUA, y por el otro las mismas prácticas son reproducidas por algunas autoridades mexicanas con las personas que cruzan la frontera sur de México, se quejó la diputada de oposición, Maricela Contreras.

Justo eso es lo que diputados y senadores habían prometido cambiar en 2007, cuando aseguraron que ese año no expiraría sin que la ley que permite encarcelar a indocumentados estuviera reformada.

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