Han permanecido tres años en la provincia sin papeles, y por tanto subsistiendo en muchos casos con trabajos ocultos en la economía sumergida. El pasado año, después de demostrar que han estado durante todo este tiempo aquí y que tienen la seguridad de un contrato de trabajo, han conseguido al fin el permiso de residencia.

La Oficina de Extranjería de la Subdelegación del Gobierno ha resuelto favorablemente durante el pasado año un total de 628 expedientes de arraigo social, en los que los inmigrantes, además de demostrar con documentos tales como empadronamiento o sello del pasaporte que llevan tres años en España, han aportado su certificado de penales y el informe de arraigo social realizado por los Servicios Sociales de los diferentes ayuntamientos. Además cuentan con un contrato de trabajo de al menos un año de duración, que se da de alta en la Seguridad Social una vez llega la respuesta positiva de la administración.

Solicitudes

Según datos aportados por la Subdelegación del Gobierno en Málaga, durante el pasado año se presentaron en la Oficina de Extranjería un total de 1.524 solicitudes para obtener la regularización por arraigo social, de las que aún quedan por resolver 693, un volumen importante.

De las resueltas, mas de 200 han sido denegadas, una cifra que José Luís Rodríguez, asesor jurídico de Málaga acoge considera muy elevada: «Me sorprende el número, porque estamos hablando del 20% del total de resoluciones resueltas. Es importante saber si han sido rechazadas por cuestiones que pueden resolverse con el tiempo o si por el contrario estamos hablando de una bolsa de personas irregulares que no tiene salida».

En relación a los tres años que los inmigrantes deben pasar en el país en situación irregular antes de poder solicitar el arraigo social, el letrado considera que sería más beneficioso que pudieran obtener la regularización una vez consiguieran el contrato de trabajo: «Cuanto más tiempo pasen en situación irregular más difícil es su integración». Rodríguez Candela recordó en este sentido que el tiempo de estancia irregular es muy problemático para el inmigrante: «A mayor tiempo en esta situación más deterioro social y más explotación laboral. Durante esos años, el inmigrante vive una situación de estrés, angustia y miedo por la posibilidad de ser detenido. Su deterioro social es mayor».

Citas para agosto

Rodríguez Candela ha indicado además que las citas que se dan en la Oficina de Extranjería para que los inmigrantes que quieren acogerse al arraigo entreguen la documentación sufren un importante retraso: «Al principio había agilidad, pero ahora se están dando citas para julio y agosto. De hecho, las citas para entregar la documentación para solicitar la reagrupación familiar, que es prioritaria, van ya por septiembre».

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno reconocen este retraso, aunque no han precisado el tiempo que se tarda en estos momentos en conseguir la cita. No obstante sí han indicado que se espera un refuerzo de dotación humana para que esta oficina pueda dar salida con más celeridad a estos expedientes.