Los médicos tendrán una guía para atender a los inmigrantes

La Vanguardia, Marta Ricart, 17-03-2008

La inmigración ha traído diversidad cultural a las consultas sanitarias, lo que genera dudas y hasta conflictos. Ante el aumento de las consultas, el Comitè Consultiu de Bioètica de Catalunya ha elaborado una guía para orientar a los centros y profesionales sanitarios. Este organismo, asesor del Departament de Salut de la Generalitat, señala que el fenómeno no tiene marcha atrás y hay que garantizar los derechos de personas de otras culturas, aunque en el marco del sistema sanitario español.

Dicho organismo propone, por ejemplo, en los hospitales, evitar la carne de cerdo en los menús y facilitar dietas vegetarianas o que exista un “espacio neutro” para el culto de diversas confesiones religiosas. “Se quiere fomentar la reflexión, además de dar indicaciones”, explicó Josep M. Busquets, secretario del organismo.

Adaptarse. El comité aconseja a los profesionales flexibilidad e intentar conocer otras culturas. Pide que haya formación y que en los centros se conozcan al menos las culturas mayoritarias del área. El personal debe tener tiempo para los pacientes porque la diversidad comporta mayor complejidad.

Médico y no mediador. El médico tiene la obligación de hablar con el paciente; no debe hacerlo el mediador cultural por él, aunque le ayude en el diálogo.

Los niños. En algunas familias inmigrantes, los niños hablan español y actúan como traductor. El comité dice que debe ser excepcional, si en ese momento no hay un traductor.

Personal de otras culturas. El sistema sanitario debe reflejar la diversidad. Señala que en países con tradición en inmigración, a menudo se ocupan de pacientes de otras culturas personal sanitario de esa cultura (según pautas del país de acogida); aboga por contratar a profesionales de otras culturas, pero reconoce que puede generar reticencias.

No al tratamiento. Si un paciente lo rechaza por motivos culturales, el médico debe respetarlo pero intentar ofrecerle mejoras para su salud. Si un paciente pide un tratamiento alternativo, el médico debe intentar darle respuesta si no hay impedimento legal o ético, ni va contra su conciencia ni es más caro que la terapia habitual.

Medicinas tradicionales. Se recomienda ser respetuoso con el uso de una doble terapéutica si no perjudica al enfermo.

La familia. El médico debe velar por que las decisiones sean del paciente e informadas, aunque le suponga más esfuerzo de diálogo con el paciente y su entorno.

El marido. Suele ser por una cuestión cultural que acompañe a su mujer en la consulta. El médico debe intervenir si la presencia del acompañante le parece impuesta para la paciente.

Igual sexo. Algunos pacientes piden un médico de su sexo. La carta de derechos y deberes del paciente permite escoger médico.

Certificar la virginidad. No entra dentro de las obligaciones del médico. Respetar valores no puede ser incompatible con la praxis médica correcta y según valores de nuestra sociedad, afirma el comité.

Circuncisión. La sanidad pública no debe pagar tratamientos exigidos por creencias culturales. Prácticas como esta no tienen cabida excepto por criterios médicos.

Ablación. Respetar otras culturas no debe amparar prácticas contra la integridad personal como la ablación de clítoris. La mutilación genital femenina es delito. Debe orientarse a las familias y apoyar psicológicamente a la víctima.

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