La Unidad de Extranjería de la Policía Nacional impidió ayer el desembarco en A Coruña de dos polizones que viajaban en un barco de bandera maltesa. El buque, Wilson Mar , atracó a primera hora de la mañana de ayer en el muelle del Centenario coruñés debido a una pequeña avería en la sala de máquinas. A bordo llevaba dos jóvenes de nacionalidad marroquí, que subieron al barco en el puerto alauí de Safi después de que la embarcación cargase sus bodegas con fosfato. Allí se ocultaron en las bodegas, hasta que la tripulación los descubrió a las pocas horas de haber partido.

Ya en alta mar, camino a Noruega, país originario de la empresa propietaria del buque, descubrieron una pequeña avería en las máquinas. Estaban obligados a buscar un puerto en el que reparar el daño, de ahí que pidieran permiso para atracar en A Coruña. Su capitán, también de nacionalidad noruega, se puso en contacto con las autoridades españolas para comunicarles que llevaba a bordo dos jóvenes polizones en perfecto estado de salud.

Nada más atracar, tres agentes de la Unidad de Extranjería de la Policía Nacional subieron al barco para entrevistarse con su capitán y los polizones. Dos horas más tarde abandonaron el buque tras comunicarle al máximo responsable que estaba obligado a continuar viaje con los jóvenes a bordo, cumpliendo así el protocolo que se sigue en estos casos. Minutos después, el capitán prestó declaración en comisaría. Hoy está prevista su partida hacia Noruega, país que se encargará de los polizones.