Una estudiante de 15 años, de 3º de la ESO, ha pedido protección a la policía tras ser brutalmente apaleada a las puertas del colegio de Madrid en el que estudia. La menor tiene miedo. El pasado 7 de marzo fue retada por una compañera de clase. Ella no acudió a la cita, pero su agresora, de 3º de la ESO, igual que ella, la abordó a la salida de clase y la apaleó. Pero no lo hizo sola. En la brutal agresión participó su madre. La tiraron al suelo entre las dos, le dieron puñetazos en la cara y la patearon. Sufrió un traumatismo craneoencefálico.

La brutal agresión se produjo a las puertas del instituto de enseñanza Jesús y María, de Madrid. Según fuentes de la investigación, el antecedente de la agresión tuvo lugar el día 5 de este mes. Ese día, la víctima se acercó a su compañera de clase y le preguntó por qué iba propagando por el instituto que ella tenía sida, cuando es “incierto”. La reacción de la agresora (se omiten los nombres de ambas porque son menores de edad) fue darle un fuerte empujón, al tiempo que le dijo: “Tú me das asco”. La chica cayó de espaldas, se levantó y ambas se enzarzaron. Los profesores acudieron rápido y las separaron.

Pero el asunto no quedó ahí. Dos días después, el 7 de marzo, la agresora se topó con ella en el pasillo del centro educativo y la retó: “Te espero a la salida del instituto”. La víctima trató de huir de ella, pero cuando quiso darse cuenta, ya fuera de las instalaciones del centro, fue abordada por su compañera y la madre de ésta. Ambas querían vengarse por la sanción que le había impuesto el centro por la pelea del día 5. No hubo palabras. De pronto, su compañera comenzó a darle puñetazos delante de la madre. Ésta también decidió intervenir: agarró del brazo a la chica y la lanzó al suelo, desde donde ambas siguieron golpeándola con pies y manos. Sufrió un fuerte golpe en la cabeza y lesiones por todo el cuerpo, según el parte médico del hospital de Madrid en el que fue asistida. Los médicos le diagnosticaron traumatismo craneoencefálico leve, entre otras lesiones. Y le prescribieron analgésicos para combatir el dolor. Además, le aconsejaron que estuviese acompañada de alguien las siguientes 48 horas en prevención de que el golpe en la cabeza tuviera peores consecuencias.

Pero la agresora no ha dado por zanjada su aversión hacia ella. La menor, que también estudia 3º de la ESO, tiene miedo de volver a encontrarse con ella a solas. Como asiste a clases de apoyo tras salir del instituto, lleva varios días viendo a su agresora y varios amigos de ésta, de nacionalidad ecuatoriana. La siguen. No le hacen nada, pero se mofan y le hacen gestos amenazantes. La menor afirma que sabe con certeza que esos amigos forman parte de la violenta banda de los Ñetas (rivales de los Latin Kings) y teme por su seguridad y las de sus padres. Por ello, pide protección.