Asesora de Clinton acusada de racismo

El Universo, WASHINGTON, EE.UU., 14-03-2008

| AP – REUTERS

También renunció.

Barack Obama y Hillary Rodham Clinton se han embarcado en un ciclo de insultos y acusaciones que los desgasta y puede perjudicar sus esperanzas de llegar a la presidencia, dando ventaja a su rival republicano John McCain.

Esta semana Clinton tuvo que distanciarse de Geraldine Ferraro, pionera candidata a la vicepresidencia del partido demócrata en las elecciones de 1984, quien renunció al comité económico de la ex primera dama, tras armar revuelo al decir que a Obama le iba tan bien porque era de raza negra.

Ferraro dijo a un periódico de California que “si Obama fuese un hombre blanco, no estaría en esta posición. Y si fuera una mujer, no estaría en esta posición. Él tiene suerte de ser quien es. Y el país se ha dejado llevar por el concepto”.

Ferraro defendió el pasado miércoles sus comentarios en varias apariciones en televisión y rechazó lo que dijo eran intentos de la campaña de Obama por mostrar sus dichos como racistas.

Obama evita entrar en esta tónica hostil, pero deja que sus colaboradores le den palos a Clinton. Uno de ellos, David Axelrod, se mostró furioso por los comentarios de Ferraro.

Samantha Power, una renombrada escritora ganadora de un premio Pulitzer, asesora a Obama en política exterior sin cobrar, pero metió la pata al decirle a un diario escocés que Clinton era un monstruo. Renunció al equipo antes de que la gente de Clinton pudiese agitar las olas por ese comentario.

Hillary, quien está casada con el ex presidente Bill Clinton y sería la primera mujer en llegar a la presidencia de Estados Unidos, ayer dijo que lamentaba profundamente los comentarios de Ferraro.

Con frecuencia se ha tocado el delicado tema de la raza y también de la religión y cuestiones étnicas. Se ha insinuado que Obama es musulmán, no cristiano, pero Clinton se ha cuidado de tocar ese asunto.

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